Pasando factura…
El debate económico entre los gobiernos Duque y Petro todos los días tiene su round. Por ejemplo, el Ministerio de Hacienda, en cabeza de José Antonio Ocampo, destacó que “de acuerdo con las proyecciones de la entidad, pese a la desaceleración prevista para el año 2023, la actividad económica de Colombia superaría a los grupos de países más relevantes del mundo”. A esa afirmación le hizo eco el extitular de finanzas en el gobierno pasado, José Manuel Restrepo, quien resaltó: “Así es. ¡Buen resultado el crecimiento del 2022 que nos ubica como el país que más crece en la OCDE, recuperación total del empleo perdido durante la pandemia y un recaudo tributario que, junto con el crecimiento, ha permitido el mayor ajuste fiscal en 29 años! ¡Enhorabuena por el país!”.
Reacciones distintas
La propuesta del presidente Gustavo Petro en torno a convertir a 100 mil jóvenes en “gestores de paz” y darles un sueldo de un millón de pesos, como alternativa para evitar que caigan en las garras de la delincuencia, generó un debate de alto vuelo en todos los sectores políticos. En el Centro Democrático hubo reacciones encontradas. De un lado, el presidente Álvaro Uribe no la criticó duramente, afirmando ayer: “Primera línea de estudio y emprendimiento. Ni ignorar problemas ni premiar delitos: Desempleo juvenil 18%-21%; apoyo económico para aprendizaje de corto tiempo, oficio moderno. Sería versión mejorada de Jóvenes en Acción que incluiría emprendimiento”. Sin embargo, el ex senador y expresidente del Senado, Ernesto Macías, considerado uribista 1A, descalificó la propuesta: “¿Qué sentirán los colombianos que trabajan honestamente -muchos en la informalidad- y que no alcanzan a ganar medio salario mínimo, mientras a los ‘gestores de paz’ como los delincuentes de la ‘primera línea’, el Gobierno les pagará $1 millón mensuales sin trabajar?”
“Negocio migratorio”
El exministro y columnista Rudolf Hommes ha estado muy activo en materia de análisis de la crisis migratoria y cuáles podrían ser las posibles soluciones, algunas de ellas bastante audaces. Por ejemplo, sostiene que Colombia y Estados Unidos harían “un gran negocio” si en contraprestación por ponerle orden al paso de inmigrantes por la frontera con Panamá, la potencia del norte ayudara a establecer en el Urabá y en el Pacífico una reserva ambiental turística y una región económica especial con industria en Buenaventura. Hommes también considera que “la presión migratoria de América Latina a Estados Unidos disminuiría si las empresas gringas crean fábricas en nuestros países para sustituir lo que importan del Asia. Los países que tienen insumos para las fábricas de baterías deberían exigir que las fabriquen localmente, como Indonesia”.
Queja uribista
En las toldas de la oposición hubo voces que alertaron en torno a las implicaciones que para Colombia podría tener la visita esta semana a Caracas de altos funcionarios del gobierno ruso, encabezados por el vice primer ministro Alexander Novak. La delegación de Moscú se reunió con altos cargos del régimen de Nicolás Maduro. “… Estamos en otro país, eso es claro… Cuatro meses antes, el gobierno Duque habría al menos preguntado cuál podría ser el tema de conversación entre la dictadura y el gobierno Putin, a sabiendas del riesgo para nuestra seguridad nacional… Ahora, la Cancillería de Petro ni siquiera se entera”, dijo un dirigente uribista.
Bancarización venezolana
Y hablando de Venezuela, Eduardo Battistini, que en el gobierno Duque era el representante en Colombia del líder opositor Juan Guiadó (considerado por más de 50 países como presidente legítimo de ese país), dijo esta semana que gracias al programa “Ruta Araguaney” se firmó un convenio que permitirá que todos los venezolanos en nuestro país que porten Permiso de Protección Temporal (PPT) puedan abrir una cuenta de ahorros en un banco local, que no solo les dará tarjeta de débito, sino que les permitirá comenzar a tener vida crediticia aquí. ¿El gobierno Petro, que desconoció a Guaidó y restableció relaciones con Maduro, lo habrá autorizado?