Refuerzan esquema presidencial
El esquema de seguridad del presidente Iván Duque obviamente ha sido reforzado a raíz de las investigaciones sobre toda la planificación que había tras el atentado a su helicóptero en Cúcuta y la posibilidad de que las disidencias de las Farc estuvieran planeando otro ataque contra el avión del Jefe de Estado cuando fuera a aterrizar en Catam, en Bogotá. Por el momento no se van a limitar las apariciones en público y las giras del Primer Mandatario en todo el país, pero sí habrá un esquema de seguridad en el antes, durante y después mucho más estricto para evitar cualquier riesgo a la comitiva presidencial y los asistentes a los actos en las regiones.
“Agentes encubiertos”
Dentro del alud de proyectos que se han radicado en la primera semana de esta cuarta y última legislatura del gobierno Duque hay iniciativas de todo calibre. Por ejemplo, los congresistas risaraldenses uribistas Alejandro Corrales y Gabriel Jaime Vallejo presentaron tres proyectos. El que más llama la atención es el aquel por medio del cual se modifica el Código de Procedimiento Penal con el fin de robustecer la figura de los “agentes encubiertos”. Según explicaron los parlamentarios del Centro Democrático, la iniciativa busca brindarles mayores garantías a los uniformados e integrantes de los organismos de seguridad que cumplen esta labor que es clave para combatir la corrupción desde adentro de los “carteles” y estructuras criminales.
128 congresistas menos
Y hablando de congresistas uribistas, el senador Nicolás Pérez insistió en la necesidad de reducir el tamaño del Congreso, advirtiendo que el país no puede seguir destinando $696.882 millones anuales para cubrir los gastos del Parlamento. Según sus cálculos, cada senador o Representante a la Cámara le cuesta al erario casi $100 millones mensuales, dado que adicional al salario hay otros rubros que se deben asumir en el presupuesto como la Unidad de Trabajo Legislativo, el esquema de seguridad, los tiquetes aéreos y el seguro de vida. De acuerdo con Pérez, si se disminuyera la Cámara a la mitad, pasando de 172 a 86 Representantes, y estableciéramos un Senado con igual representación por departamentos, incluyendo Bogotá, como funciona en Estados Unidos, la composición de esta entidad pasaría de 108 a 66 senadores, generando un ahorro total de 128 congresistas y más de $150 mil millones anuales.
Como en EU
Para Pérez es claro que la actual circunscripción nacional del Senado genera dos problemas: altos costos de las campañas y sobre-representación de algunas regiones en detrimento de otras. Por eso trajo a colación el modelo político estadounidense, en donde la Cámara de Representantes tiene una lógica territorial similar a la colombiana, pero en el Senado se le asignan dos curules a cada estado, independientemente de su población, “lo cual le otorga la misma relevancia política a los grandes y los pequeños. No importa si California tiene 39.5 millones de habitantes y New Hampshire 1.3 millones, ambos tienen dos senadores y la misma capacidad de negociación con la Casa Blanca”.
Receta para desastre
Un parlamentario de la izquierda le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que ese sector político está siguiendo al pie de la letra lo que calificó como una “receta para el desastre”. Sostuvo que si bien ya es “muy difícil” lograr una unión de las distintas facciones de la izquierda, lo que debe buscarse es “… reducir la lucha fratricida”.