¿Acción de tutela?
Un grupo de parlamentarios está pensando en interponer una acción de tutela contra las directivas del Senado y la Cámara, sobre todo porque los integrantes de la primera corporación están citados para sesionar el próximo 13 de abril de forma presencial, tras no llegarse a un acuerdo sobre la legalidad de las sesiones virtuales en las comisiones y las plenarias. “… Hay un decreto vigente que limita la congregación de personas en sitios públicos, lugares de trabajo y otros espacios abiertos o cerrados… Es una decisión tomada al amparo del Estado de Emergencia y no puede el presidente del Senado ni tampoco el de la Cámara, ni otra autoridad pedir que se viole esa orden… Además, el decreto dictado sobre las sesiones virtuales del Parlamento está vigente y nadie lo ha echado para atrás… Estamos seguros que un juez nos dará la razón”, precisó a EL NUEVO SIGLO el asesor de un senador que prepara el borrador de la acción de tutela que será interpuesta esta semana. Pero no sería la única vía: la misma fuente indicó que los hijos menores de varios parlamentarios también están pensando en acudir al recurso de amparo, argumentando que la decisión de citar a sesiones presenciales en el Senado viola sus derechos a tener padres, madres y a la protección especial de los menores de edad.
Ejemplos a la mano…
Sin embargo, los senadores y Representantes a la Cámara que sí están de acuerdo con las sesiones presenciales tienen listo un arsenal de argumentos para respaldar su postura. De un lado, según conoció este Diario, preparan un informe que será revelado esta semana en el que revelan, país por país, cómo muchos congresos, parlamentos y asambleas en países en donde también está presente la pandemia del coronavirus, han mantenido las sesiones. Traerán, incluso, a colación lo que está pasando en España e Italia, dos de los países más golpeados por el Covid-19, en donde sus respectivos parlamentos siguen en pleno funcionamiento, aplicando protocolos sanitarios referidos a disminuir el número de personas en los recintos, mantener una distancia prudente entre ellos y priorizar las citaciones a debates. Otro argumento que se pondrá sobre la mesa, es que si el Congreso colombiano no sesiona y siendo claro que las reuniones virtuales no tienen legalidad, le correspondería al presidente Duque declarar un estado de conmoción interior porque, en la práctica, habría cesado una de las tres ramas del poder público, es decir la Legislativa.
Gobierno quieto
Lo que se sabe es que el Gobierno prefiere que sea el propio Congreso el que defina si tendrá o no sesiones presenciales a partir del próximo 13 de abril, fecha en la que, se supone, terminaría este primer periodo de cuarentena general. Por ahora, es claro que hay altas posibilidades de que el aislamiento social sea extendido, aunque todo dependerá de cómo avance esta semana la curva epidemiológica. El propio presidente Duque dijo el fin de semana que se podría pasar de una cuarentena general obligatoria a una “inteligente”, en donde las flexibilizaciones o la mayor drasticidad al confinamiento se decidirían según vaya evolucionando la epidemia.
Una idea…
Sin embargo, como siempre ocurre, hay parlamentarios que tienen propuestas sobre cómo llevar a cabo las sesiones presenciales. Por ejemplo, un senador considera que los congresistas podrían participar de las plenarias desde su propia comisión, adecuando el sistema tecnológico interno y que sólo irían, por turnos, al recinto de plenaria a contestar a lista, verificación del quorum o a la hora de votar. De igual manera, en las comisiones no se permitiría la presencia de asesores, escoltas ni tampoco de periodistas.