El pase de Santos

Una sentimental despedida tuvo el presidente saliente Juan Manuel Santos durante la instalación, ayer, del VII Congreso Nacional del Notariado Colombiano. Por ejemplo, dijo que   a los amigos se les conoce en los momentos difíciles, y por eso agradeció que tras la tragedia invernal en Mocoa, el año pasado, los notarios se movilizaron para apoyar a la Notaría Única de la capital del Putumayo en cuestión de días. Sobre el avance en identificación y autenticación biométrica en línea, dijo que días atrás le hicieron una fotografía y casi en tiempo real en el sistema apareció él con su identificación. Sin embargo, recordó que le fue “mucho mejor que cuando fui a renovar el pase, hace como un mes, me identifiqué y resulta que yo no existía”. Es más, al despedirse de los notarios y valorar todo el trabajo hecho por estos en materia de fe pública, restitución de tierras y modernización tecnológica para evitar estafas y suplantaciones, envió un saludo especial a la Notaría 42, “porque allá registró el nacimiento de mi primera nieta hace un mes”.

Contrastes venezolanos

Pedro Carreño, un delirante constituyente venezolano, obviamente de tendencia chavista, advertía ayer que si Estados Unidos decidía intervenir militarmente en ese país, ya el gobierno Maduro cuenta con un plan para "derribar los siete puentes del río Magdalena que atraviesan de norte a sur a Colombia” y así dividir e incomunicar a nuestra nación, que sería un “teatro de operaciones” militares. Paradójicamente, ayer también personal de la Diócesis de Cúcuta, que viene sirviendo a los migrantes venezolanos en la Casa de Paso ‘Divina Providencia’, donde se distribuyen diariamente más de 2.000 almuerzos, se acercó al puente internacional Simón Bolívar (La Parada, Villa del Rosario), para donar a las Diócesis fronterizas de la vecina nación 250.000 hostias, ya que allí hay escasez hasta de este tipo de productos en medio de la aguda crisis económica.

Hostias para la vecindad

Según monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, obispo de la Diócesis de Cúcuta, gracias a la generosidad de esta Iglesia particular, se provee a Venezuela la materia prima para la celebración de la eucaristía, debido a la carencia del “pan para la consagración y participación plena y activa de los fieles en este Sacramento”. Según la Conferencia Episcopal de nuestro país, este gesto de solidaridad, que se suma a las acciones pastorales, materiales y espirituales de ayuda a la población venezolana, llega hasta las Diócesis de Barinas (estado de Barinas) y de Guanare (estado Portuguesa de Venezuela). Ya el pasado 28 de marzo, monseñor Ochoa había entregado otras 250.000 hostias para que los feligreses de ese país pudieran celebrar las eucaristías correspondientes a la Semana Mayor.

Como las suegras…

Un alto funcionario del gobierno saliente, cuyo nombre se mantiene en reserva, fue preguntado por un periodista de este Diario en torno a si creía que dada su reconocida labor y su alto perfil técnico y especializado, podría ser ratificado por la entrante administración de Iván Duque. Insistiendo en la reserva de su identidad, respondió que “… él ya había estado en dos gobiernos pero que aun así siempre hacía como las suegras en casas del yerno o la nuera… Es decir, siempre con la maleta lista por si el dueño o la dueña de casa le piden que levante vuelo”. Sin embargo, explicó que “entre los logros que poco se ha reconocido a este gobierno… es que en entidades de alto perfil técnico se disminuyeron mucho los nombramientos de políticos, y se enganchó por carrera administrativa a mucho tecnócrata que está capacitado para recibir la posta de quienes nos vamos”.