Un año del vice Naranjo
Ayer el vicepresidente Óscar Naranjo cumplió un año en el cargo. Han sido doce meses muy complicados para el segundo a bordo que entró en reemplazo del hoy candidato presidencial Germán Vargas Lleras. Un reconocido analista político le dijo a EL NUEVO SIGLO que en el corte de cuentas sobre la tarea del segundo a bordo “hay puntos altos y bajos” que deben ser analizados, pero que al presidente Santos la llegada del ex director de la Policía le “sirvió mucho” porque le evitó el desgaste de tener que transar con los partidos de la entonces coalición de Unidad Nacional quién ocuparía un cargo tan importante y sobre el cual las tres colectividades de base y las de apoyo (Cambio Radical, La U y liberales, así como los conservadores) tenían altos anhelos.
Dos grandes lunares
Al decir de no pocos analistas y observadores, las dos grandes falencias en la gestión de Naranjo han sido lo referente a la productividad de la lucha contra el narcotráfico, sobre todo porque la extensión de los narcocultivos siguió aumentando en el último año, al punto que pronósticos no oficiales hablan de, por lo menos, 220 mil hectáreas al cierre de 2017, según el informe que estaría a punto de revelar el Departamento de Estado norteamericano. Para no pocos expertos, Naranjo ha tenido que arriesgar su credibilidad nacional e internacional, sobre todo antes altas instancias de Estados Unidos para tratar de explicar que sí existen avances en la lucha antidrogas así las evidencias parezcan contradecirlo.
Altibajos con Estados Unidos
Y es que así como Naranjo ha recibido buenas noticias, como los elogios a Colombia en el Informe Estratégico Internacional de Control de Narcóticos 2018 del Departamento de Estado, la firma de una estrategia quinquenal entre ambos países para reforzar la lucha contra las drogas, e incluso la decisión del Congreso estadounidense de aprobar un aporte al Plan Colombia superior al autorizado por la Casa Blanca, no se puede olvidar que en repetidas ocasiones el presidente Donald Trump se ha quejado de cómo las drogas continúan inundando las calles de su país e incluso semanas atrás trascendió que Colombia estuvo a punto, a finales del año pasado, de ser descertificada por los altibajos en la lucha contra los narcóticos.
Imparable ataque a líderes sociales
El otro flanco en donde la tarea de Naranjo ha recibido críticas es el relativo al sistema de protección de líderes sociales y activistas de derechos humanos, ya que la racha de asesinatos en todo el país de personas que se dedican a estas labores ha venido creciendo de forma sustancial. Si bien bajo el liderazgo del Vicepresidente se han puesto en marcha distintas estrategias para aumentar los esquemas de protección y seguridad a estos líderes, lamentablemente las muertes y amenazas no se han detenido, razón por la cual el Gobierno ha recibido fuertes llamados de atención de entidades y organizaciones a nivel nacional e internacional. Es claro que como encargado de la implementación del acuerdo con las Farc, el rebrote de la violencia ha presionado la gestión de Naranjo, sobre todo en zonas como Nariño y Norte de Santander.
¿Y si no hubiera aceptado?
Sin embargo, un año después de la llegada de Naranjo a la Vicepresidencia es claro que todavía hay muchos allegados suyos que se siguen preguntando si no hubiera sido mejor que declinara el ofrecimiento de Santos para remplazar a Vargas Lleras y mejor reservarse para la actual campaña presidencial, en donde un perfil como el suyo habría podido llevar a La U a escogerlo como candidato presidencial o a ubicarse como una de las fórmulas vicepresidenciales más atractivas, dado que continúa siendo uno de los personajes políticos con mejor imagen a nivel nacional.