La contienda por la Casa de Nariño está entrando en el calor propio de un pulso proselitista que será bastante altisonante. El fuego cruzado verbal entre los partidos y candidatos empieza a ser de alto calibre. Esta semana, por ejemplo, el expresidente Uribe casó pelea con los precandidatos Sergio Fajardo y Claudia López, cuyos escuderos también reaccionaron de inmediato y contraatacaron al Centro Democrático. A ello se suma que Cambio Radical y el partido político en que se convirtieron las Farc también dieron el inicio a una dura campaña publicitaria, que tiene como telón de fondo las críticas de la primera colectividad a la Justicia Especial de Paz. No menos punzante han sido las críticas mutuas del binomio liberales-La U contra Cambio Radical en medio del arranque de la alineación de los congresistas en materia de candidaturas presidenciales. Gustavo Petro y los candidatos uribistas también andan con la defensa en alto, así como Marta Lucía Ramírez, Alejandro Ordóñez y el resto de aspirantes.

Los tres retos de Zuluaga

Tres desafíos tendrá el entrante ministro de Agricultura, Juan Guillermo Zuluaga, en sus primeros dos meses de funciones. De entrada deberá lidiar con los siempre complicados paros indígenas en el Cauca, uno de los cuales está anunciado para el próximo 12 de octubre. En segundo lugar, le toca empaparse rápidamente de los detalles de los proyectos sobre desarrollo agrario que hacen curso en el Congreso bajo la modalidad de ‘fast track’ y que tiene como tiempo límite de aprobación el próximo 30 de noviembre. Y, en tercer lugar, apenas si tiene cinco semanas para definir la contratación y otros movimientos presupuestales y burocráticos, antes de que entre en vigencia, el 11 de noviembre, la Ley de Garantías Electorales.

Reacciones encontradas (I)

Al reaccionar a este nombramiento las opiniones han estado divididas en los gremios del sector agrario. Para algunos Zuluaga, si bien no tiene mucha experiencia en materia de desarrollo rural, posee gran capacidad ejecutiva, que es precisamente lo que se necesita en el remate gubernamental y cuando más que formulación de nuevas políticas agrícolas, lo que se requiere es, precisamente, alguien que remate la tarea pendiente para estos diez meses de mandato restante.

Reacciones encontradas (II)

Peor para otros gremios del agro, según un sondeo de EL NUEVO SIGLO, Zuluaga no tiene la experiencia ni el conocimiento del sector necesario para informarse rápidamente de la gestión y los retos inmediatos del Ministerio. Sin ello no podría reactivar unas ejecutorias sectoriales que han estado frenadas en las últimas semanas por cuenta de la incertidumbre en torno a si Aurelio Iragorri se quedaba o se iba. “… Creo que primó más la polimetría política que el perfil técnico que se requería para asumir un ministerio muy complejo y que necesita de decisiones rápidas y prácticas… El ministro viene más del campo político (fue gobernador encargado del Meta y alcalde de Villavicencio) que del técnico y agropecuario”, indicó un reconocido líder gremial del agro, que pidió la reserva de su nombre.

¿Y el futuro de Galán?

En las toldas liberales se asegura que al senador Juan Manuel Galán no le quedan muchas opciones de mantener vivas sus aspiraciones presidenciales. Ya muchos apuestan a que tendrá que resignarlas y apostar a ser la cabeza de la lista al Senado, si es que quiere mantenerse dentro del liberalismo oficialista. De lo contrario, según parlamentarios de la colectividad roja, no tendría opción distinta a arriesgarse por fuera del partido, no postulándose al Congreso y apoyando  otra campaña presidencial, buscando tener un alto cargo allí y un rol protagonista en el próximo gobierno en caso de que ganara en las urnas.

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