Tras el arranque ayer de la última legislatura del gobierno Santos dos asuntos quedaron en claro. En primer lugar, que los acuerdos políticos para la rotación entre las distintas bancadas de las mesas directivas se cumplieron durante todo el cuatrienio, pese a que hace dos meses se temía que por el fracturamiento de la coalición gubernamental de Unidad Nacional se podría complicar la posibilidad de honrar los compromisos para este último periodo. Se trata de un hecho político importante porque se había dicho que si los acuerdos que daban la presidencia del Senado a los conservadores y la de la Cámara a Cambio Radical se incumplían, entonces podría darse lugar a una nueva coalición antigobiernista o muy crítica del Ejecutivo, en donde esas dos colectividades se unirían con el Centro Democrático para bloquear el trámite y aprobación de algunos proyectos, tanto relacionados con el proceso de paz como de la agenda parlamentaria común.
Senadores-precandidatos siguen
En segundo lugar, también quedó claro que ninguno de los senadores precandidatos a la Presidencia (Roy Barreras, Claudia López, Antonio Navarro, Paloma Valencia, María del Rosario Guerra, Iván Duque, Viviane Morales, Juan Fernando Velasco, Juan Manuel Galán y Jorge Enrique Robledo) parece dispuesto a dar un paso al costado en su labor parlamentaria y dedicarse única y exclusivamente a la contienda proselitista. Se pensaba que, por lo menos, uno o dos de esos nombres podrían anunciar ayer que dejarían definitiva o temporalmente su curul, pero ninguno lo hizo. Así las cosas, los 10 senadores precandidatos seguirán cumpliendo las dos funciones. Como se indicó ayer en esta Sección, para algunos de sus colegas es necesario que esos precandidatos se comprometan a no convertir el recinto del Congreso en un ring de la contienda presidencial que pueda distraer o interferir en la agenda legislativa.
Ajustada milimetría ministerial
Seguían ayer los ecos a la decisión del presidente Santos de pedirle la renuncia protocolaria a todo el gabinete ministerial así como a los titulares de los entes e institutos del orden nacional. Un parlamentario de La U sostuvo que “eran equivocadas” las hipótesis en torno a que el remezón se daría para repartir ‘mermelada burocrática’. Según el senador, que pidió la reserva de su nombre, ya a estas alturas la “milimetría” política del gabinete está muy ajustada y será “difícil” que alguno de los partidos que tienen representación en el alto gobierno acepte que le sea rebajada su cuota ministerial o en otros altos cargos. Dijo que si bien habrá un reacomodo, no “creo” que el presidente Santos vaya a “sacar del gobierno” a partidos como Cambio Radical y los conservadores, porque se afectaría el margen de gobernabilidad del último año.
¿Y la revocatoria de Peñalosa?
En altos círculos de la Alcaldía de Bogotá hay división respecto a si la campaña para citar a una revocatoria del mandato del mandatario capitalino Enrique Peñalosa llegará o no a las urnas. Mientras que algunos altos funcionarios e incluso titulares de secretarías distritales sostienen que el Consejo Nacional Electoral terminará frenando la iniciativa por los errores ya advertidos en materia de claridad en las cuentas de financiación de las campañas de recolección de firmas, otros cargos de primer nivel sostienen que el alto tribunal electoral no se ‘dará la pela’ de rechazar esta solicitud, por lo que antes de que termine octubre los bogotanos estarán yendo a las urnas a decidir el futuro del alcalde Peñalosa.
La campaña por Cámara en Bogotá
Y hablando de Bogotá, el informe que publicó este Diario al comienzo de la semana, dando cuenta que sólo la mitad de los 18 Representantes a la Cámara elegidos por la circunscripción capitalina tiene decidido que buscará repetir curul, mientras que otros quieren pasar al Senado y uno o dos más no volverían al Congreso, causó varias reacciones en el Concejo Distrital en donde varios cabildantes ya tienen hermanos y parientes cercanos listos a arrancar campaña.
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