Algunos dirigentes del uribismo han estado analizando los escenarios de cara a lo que sería la consulta interna que el Centro Democrático realizaría el mismo día de los comicios parlamentarios en marzo del próximo año, con el fin de escoger al candidato presidencial de esa naciente facción política. Según trascendió, hay hechos que, por ser recientes, no se pudieron sopesar hace cuatro semanas cuando, bajo la batuta del exmandatario, se fijó la hoja de ruta política y electoral que el uribismo aplicaría para atravesársele a las aspiraciones reeleccionistas del presidente Santos.
La baja de Ramos
De esos hechos sobrevinientes, como suele decirse en términos jurídicos, hay dos que preocupan en forma sustancial a las toldas del exjefe de Estado. De un lado, y como es de todos conocido, cuando se definieron las reglas del juego de la campaña presidencial del uribismo no se tenía la menor sospecha o indicio de que uno de los precandidatos, el exgobernador y exministro Luis Alfredo Ramos, podría terminar privado de la libertad y mucho menos en el marco de un proceso por presunta parapolítica. Como se sabe, Ramos era considerado clave en la campaña pues su reconocido potencial electoral en Antioquia bien le podría significar al uribismo no menos de 500 mil votos, según los cálculos más optimistas.
Piso electoral
Saliendo Ramos, es obvio que la votación en tierras paisas sólo quedaría jalonada por el expresidente Uribe, que si bien es muy popular en su tierra natal, no cuenta con la estructura y maquinaria política municipio por municipio que sí tiene el exgobernador hoy detenido. Para algunos dirigentes uribistas, si en la consulta no se logran más de 1,5 millones de votos será un “apague y vámonos”.
Referencia cercana
No hay que olvidar que las últimas consultas internas en tema presidencial fueron las de marzo de 2010. En la del Partido Conservador Noemí Sanín ganó con casi 1.120.000 votos, mientras que el exministro Andrés Felipe Arias sumó un poco más 1.080.000 sufragios. Es decir, que los conservadores pusieron más de 2,2 millones de votos por sus dos precandidatos más opcionados, pero aún así a Sanín no le alcanzó para lograr el paso a segunda vuelta en mayo de 2010.
Entonces…
Para un sector de dirigentes uribistas es claro que sin estar Ramos la posibilidad de que la consulta interna de esa facción política, por más que Uribe la jalone desde la lista al Senado, pase de los 1,5 millones de votos no es fácil, pues el resto de los precandidatos, salvo Francisco Santos, no parecen jalonar un potencial electoral sustancial.
Antisantismo dividido
Y el panorama es más complicado si se tiene en cuenta que -segundo hecho preocupante- el voto antisantista podría dividirse en esas elecciones parlamentarias. Como se sabe, ya se está madurando una alianza entre los verdes, progresistas y el fajardismo, y la idea es que pueda realizarse una consulta interna entre líderes muy reconocidos como Enrique Peñalosa y Antonio Navarro. Es obvio que una candidatura que se presente como “tercería” le quitaría votos al uribismo en su consulta interna, pues ya no tendría la bandera exclusiva del antisantismo o el anti-reeleccionismo.