En el Congreso se considera que el Gobierno ya lleva demasiado tiempo sin haber designado al ministro de Minas y Energía, cargo vacante desde comienzos de marzo cuando renunció Tomás González, en medio del anuncio del riesgo de un racionamiento eléctrico. Desaparecido este hace ya dos semanas largas, la cartera sigue sin titular pese a que se creía que quienes no habían aceptado el ofrecimiento del Gobierno para dicho ministerio, por temor al costo político de un apagón, ahora sí lo harían. Varios senadores consideran que es urgente definir al Ministro porque ya esta legislatura lleva un mes y el cronograma para tramitar la nueva regulación del sector energético, que incluiría desde proyectos de ley hasta uno de acto legislativo para modificar las facultades de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), se empieza a apretar.
Salvación a la vista
Esta semana será clave para el proceso que se sigue en el Consejo de Estado contra la reelección del procurador Alejandro Ordóñez. La discusión de la ponencia en el pleno de la corporación arrancó la semana pasada con el tema de los impedimentos (por parte de 4 de los 27 magistrados) y ahora debe entrarse al fondo del asunto para determinar si se acoge la tesis de la magistrada ponente Rocío Araújo en torno a que la reelección debe ser anulada porque la misma no estaba autorizada en su momento de manera taxativa en la Constitución y por el presunto conflicto de intereses generado debido a que varios de los magistrados Corte Suprema que lo postularon en la respectiva terna enviada al Senado tenían en su momento familiares nombrados en la Procuraduría. En los pasillos del Consejo de Estado se asegura que Ordóñez está a salvo y cuenta con las mayorías dentro de los 23 magistrados para que la demanda sea desechada y continúe así en el cargo por los nueve meses que le restan para cumplir su segundo periodo.
Mucho técnico
En los círculos políticos se hacían ayer toda clase de cábalas respecto a cuál era la milimetría política detrás de los nombramientos en viceministerios y altos cargos que hizo el presidente Santos el sábado pasado. Aunque algunos congresistas alcanzaron a señalar que este o aquel pertenecía a determinada colectividad, lo cierto es que los más enterados de los intríngulis de la Casa de Nariño indicaron que salvo los cargos de Viceministro de Relaciones Políticas (Guillermo Rivera –liberal) y el director de la Agencia Nacional de Tierras (el ex viceministro Miguel Samper, liberal e hijo del expresidente), en el resto de nombramientos primó el criterio típicamente técnico.
Se sabía que…
Una alta fuente del equipo económico del Gobierno había sido consultada el viernes pasado sobre cuáles eran la expectativas del país frente a la cumbre de las principales naciones productoras de petróleo, que tuvo lugar el domingo en Catar. El alto funcionario respondió que “no veía mucha esperanza de un acuerdo” y que, por lo mismo, la posibilidad de que el petróleo recuperara su tendencia alcista a nivel global en el corto plazo era muy lejana. Ese pronóstico se confirmó ayer luego de que la cotización del crudo arrancara la semana a la baja y empezara a arrastrar en la misma dirección a las bolsas, en tanto que el dólar sufría altibajos.