Los analistas están divididos en torno a lo que impactará la economía estadounidense en este 2015. Para algunos es claro que la reactivación de su aparato productivo ya no tiene marcha atrás y, por lo tanto, podría terminar el año con los niveles positivos que tuviera hace más de un lustro. Datos recientes como el del menor déficit comercial en cinco años, con el plus de un récord en rebaja de importaciones de hidrocarburos, no sólo evidencian el reposicionamiento de la potencia económica en medio de un clima global incierto, sino que ponen de presente que la Reserva Federal se acerca cada vez más al escenario en donde subirá sus tasas de interés y ‘repatriará’ miles de millones de dólares en capitales hoy ubicados en mercados emergentes o refugiados en oro y otros metales preciosos, más aún después de la crisis de petróleo.
Altibajos
Otros analistas internacionales, por el contrario, consideran que aún es muy temprano para lanzar las campanas al vuelo, dando por superada la descolgada de la economía estadounidense. Sostienen que así como un día se dan indicadores muy positivos, como el del déficit comercial menor, en la misma semana también aparecen datos no tan buenos, como el del menor crecimiento del empleo. Tampoco descartan que detrás de las interpretaciones demasiado positivas de la coyuntura productiva en EU, esté la intención de la Casa Blancade apresurar un clima de confianza y optimismo a medida que se acerca el arranque de la carrera presidencial y los Republicanos, que dominan el Congreso, bloquean con mayor fuerza a la administración Obama.
¿Y Colombia?
Si bien es cierto que los comicios presidenciales en Estados Unidos se verificarán en noviembre del próximo año, para algunos analistas políticos colombianos es necesario que el gobierno Santos vaya empezando a vislumbrar cómo será su relacionamiento con un partido como el Demócrata, que tiene en la Casa Clinton (Bill y Hillary) la posibilidad de volver al poder, o los Republicanos, en donde la dinastía de los Bush también empieza a fijar el sendero para volver a la Casa Blanca. En ambos casos es claro que el eje de la relación política estará centrado, como es previsible, en el proceso de paz.
Dos frentes
En ese orden de ideas, es claro que los Clinton tienen una cercanía especial con Colombia, al tiempo que Obama tiene a un enviado especial para el proceso de paz, Bernie Aronson, pero los Republicanos han demostrado, sobre todo en la discusión del monto de la ayuda presupuestal a nuestro país, no sólo especial interés en lo que se está negociando con las Farc, sino en su impacto en materia de lucha antidroga. Un fiel de la balanza en torno a cómo está el escenario político y preelectoral estadounidense frente a lo que será el proceso de paz en Colombia será el debate en torno a si Washington permite al extraditado y condenad cabecilla de las Farc, alias ‘Simón Trinidad’, un papel más activo en la negociación de La Habana, ya sea vía flexibilización penitenciaria o su envío a la capital cubana o el regreso a Colombia.