CAMPANAZO A MURILLO. Se afirma en círculos cercanos al hoy canciller encargado, Luis Gilberto Murillo, que el alto funcionario debería tener mucho cuidado en torno a las decisiones que termine tomando su despacho respecto a si se echa para atrás la firma de contrato para la producción de los pasaportes. “… Una cosa es Álvaro Leyva que, como él mismo lo dice, está en la parte final de su carrera política, y otra Murillo, al que muchos ven como un futuro candidato presidencial, quizás uno de los más preparados y experimentados en alta política de toda la dirigencia afrodescendiente en el país hoy por hoy… Murillo no se puede arriesgar a ‘quemarse’ en una Cancillería de la que incluso no es titular y su antecesor ya está en juicio disciplinario por el mismo escándalo de la licitación de pasaportes”, precisó una fuente.
“FANTASMAL”. Con esa palabra un dirigente gremial calificó la estrategia que ahora estarían utilizando las toldas de la oposición en torno a propagar la versión de que en 2026 habrá reelección, ya sea del propio presidente Petro o de algún candidato de la coalición de la centroizquierda que hoy lo respalda. “… Ese discurso fantasmal busca distraer a la opinión pública de la crisis que hoy sufre el país, poniéndola a discutir sobre lo que pasará en dos años y no lo que ocurre hoy”, precisó.
SIN EXTREMISMOS. Se le preguntó a un congresista cuál podría ser la fórmula para sacar al país de la inestabilidad política, económica, social e institucional. Dijo que la “fórmula era muy sencilla: dejar los extremismos y pensar que el país necesita un norte, que no es el de la izquierda, el centro o la derecha, sino el de las soluciones…”. Pidiendo la reserva de su nombre y de su partido, puntualizó que “… el problema es que aquí todos somos extremistas porque no tenemos confianza en la otra orilla… Así nunca saldremos adelante”.
OTRO VERIFICADOR. Tras las últimas denuncias sobre violaciones al cese el fuego por parte de las disidencias de las Farc y el Eln, en el Congreso consideran que el problema principal radica en que hasta ahora los mecanismos de monitoreo que se confeccionaron en ambas mesas de negociación no han tenido mayor efectividad. Por lo mismo, se abre paso la posibilidad de pedir al Gobierno y a las respectivas delegaciones negociadoras que se abra cupo en esos mecanismos a senadores y representantes, incluso teniendo en cuenta su origen regional, de forma tal que sea más ágil actuar frente a las denuncias de violaciones al cese el fuego. Esto bajo la tesis de que nadie conoce mejor el territorio y tiene mayor contacto con la población, que los congresistas de la zona.