El ex presidente hizo una nueva referencia a la seguridad a cargo de la administración de Juan Manuel Santos.
Sin mayores voces a favor fue recibida ayer la propuesta del ex presidente Álvaro Uribe de bombardear a las bandas criminales que siembran el terror en algunas regiones del país. Algunos consideran que este procedimiento no es aplicable a pesar del grave accionar de estos grupos, y que lo mejor es fortalecer la operatividad de la Policía.
Ayer la región del Bajo Cauca antioqueño amaneció bajo los efectos de un paro armado impuesto presuntamente por la banda “Los Urabeños”. Buena parte del comercio de la región y del transporte público no funcionó a raíz de las amenazas que por medio de panfletos hicieron circular en los días previos, en el sentido que quien trabajara sería objetivo de guerra.
Incluso en la ciudad de Santa Marta (Magdalena) también circularon los panfletos, ante lo cual algunas empresas de transporte colectivo no prestaron el servicio por temor a ser blanco de atentados.
En ese escenario el ex presidente Uribe escribió en su cuenta de Twitter: “Se necesita operaciones contundentes contra bandas criminales, por ejemplo bombardeos, sin la excusa de que no son parte del conflicto”.
La seguridad fue la principal bandera de Uribe Vélez durante sus ocho años de mandato, él se atribuye el desvertebramiento del paramilitarismo, por medio de un proceso de sometimiento a la Justicia, así como haber minado la capacidad de acción de la guerrilla de las Farc.
Sin embargo, a pesar de que el presidente Santos ascendió al poder con su respaldo, Uribe ha sido permanente crítico de la política de seguridad del actual gobierno, al considerar, entre otras, que “hay deterioros en muchas partes del país”.
Reacciones
El director del Codhes (Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento) Marcos Romero expresó que “estamos muy preocupados por la presencia y accionar de estos grupos delincuenciales, que el Gobierno los va venido llamando bandas emergentes”. Y agregó que estas bandas quieren mostrar su poder, ahora más que comenzó a operar la Ley de Restitución de Tierras.
Frente a la propuesta de Uribe, el director del Codhes, sin hacer referencia a los bombardeos, manifestó que es positiva en el sentido de que busca la persecución de estas bandas, pero lamentó que, en su concepto, durante ese Gobierno no se persiga a estas bandas con el mismo ahínco.
Finalmente Romero declaró que el fenómeno de las bandas emergentes es una muestra de que la desmovilización del paramilitarismo fue un proceso con muchas fallas.
Por su lado, el general ® Luis Ernesto Gilibert, quien ocupó la Dirección de la Policía, declaró que “para bombardear hay que focalizar, no se puede bombardear indiscriminadamente”, porque “en este momento esas bandas criminales están infiltradas dentro de la ciudadanía o están acampadas cerca a la ciudadanía, en donde no se puede bombardear indiscriminadamente”.
Según Gilibert, es necesario que la población crea en la Fuerza Pública y que ésta haga presencia con constantes patrullajes para garantizar la seguridad de la ciudadanía frente a estas bandas.
Y el senador Roy Barreras (Partido de La U) tampoco se identificó con la propuesta del ex presidente. “El riesgo de que las Fuerzas Militares bombardeen y vayan al ataque contra delincuentes comunes es que terminan siendo víctimas los soldados y los oficiales de procesos penales ordinarios, y terminan con una gran inseguridad jurídica en materia penal”, dijo.
En ese sentido consideró que “el control y la confrontación de las bandas criminales debe corresponder a las fuerzas policiales, no militares. Eso no significa que no puedan confrontarse, debe hacerse pero fortaleciendo las fuerzas policiales y dándoles recursos”.
Finalmente el consultor sobre seguridad John Marulanda señaló que, a pesar de que no hay una normatividad internacional en materia de bombardeos que especifique cuáles son los blancos, “en el caso de delincuencia organizada, pues normalmente no se da ese tipo de operaciones en ninguna parte del mundo. Bombardeo como tal, es decir el lanzamiento de bombas y explosivos, no se usa en contra del crimen organizado ni siquiera ahora en México”.
Según Marulanda, se podría recurrir, en una situación de extrema gravedad, a que la Policía haga “algún tipo de ametrallamiento muy regularizado, muy controlado sobre aéreas o blancos muy específicos”