Este año Colombia producirá un millón de toneladas de aceite de palma, sin embargo los palmeros están preocupados por la pérdida en competitividad cambiaria.
Según el presidente de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma (Fedepalma) Jens Mesa Dishington hay de igual forma nerviosismo por toda la inestabilidad de la Zona Euro, por cuanto una caída de ese mercado podría afectar la economía mundial, con saldos impensables para Colombia y América Latina.
En su opinión, el sector estará a la par con el petróleo, que tiene como meta el millón de barriles. La palma cumplirá, declaró, aun en medio de los interrogantes en el frente económico y de tasa de cambio.
Manifestó su inconformismo por todo el asunto de revaluación y precisó que hay preocupación por una caída que lleve a la pérdida del punto de equilibrio, situación que pondría en franco riesgo el comercio exterior.
“Para que la tasa de cambio sea verdaderamente competitiva necesitamos un 15 ó 20 por ciento más de su valor al cambio, así podemos hablar de capacidad cambiaria y podemos desarrollar la actividad sin temores”, agregó Mesa.
Consideró que las autoridades económicas y monetarias deben revisar juiciosamente la apreciación de la moneda, principalmente por el éxito de la minería y el sector petrolero, porque si no hay correctivos o soluciones, vendrán situaciones muy complicadas de sobrellevar.
Actualmente Colombia le vende a Europa y Estados Unidos 200.000 toneladas de aceite de palma. El país es hoy el cuarto productor mundial de este producto, que se cotiza a excelentes precios en el mercado internacional.
La tonelada de aceite se paga en el mercado mundial a 1.100 dólares, haciendo que el cultivo y la venta del aceite de palma sean muy rentables. El único pero está por el lado de la apreciación de la moneda local.
Los cultivos de palma crecieron en el último año 25 por ciento, hecho que habla muy bien del sector, de su rentabilidad y de su aporte social, pues “la situación es tan buena que ya estamos bordeando el millón de toneladas de aceite”.
Según el dirigente gremial, las exportaciones han evolucionado también de manera positiva y el programa de biodiesel está consolidado al 10 por ciento en todo el país, con excepción de Bogotá, que deberá hacerlo pronto.
Manifestó que hay buenas perspectivas, salvo la coyuntura internacional y el efecto dólar, pero aclaró que el sector sigue ejerciendo control fitosanitario y trabajando en renovación palmera.
De la palma de aceite dependen 130.000 familias, es decir medio millón de colombianos se benefician con el cultivo.
Para Fedepalma, la asociatividad es la única fórmula que puede sacar a la gente de la pobreza. En el sector palmero hay más de 110 asociaciones entre empresarios y pequeños productores. “Para los campesinos también hay futuro. El sector palmero es el mejor ejemplo que las cosas se pueden hacer en beneficio de todos”, concluyó Mesa.