La próxima semana se cumplirán los primeros 12 meses del arranque de los diálogos con las Farc. Mucho ha pasado desde entonces. EL NUEVO SIGLO habló con excomisionados de Paz e incluso con el periodista Enrique Santos Calderón, protagonista de la fase explotatoria de los diálogos, sobre cómo ven el proceso, sus logros y dificultades, así como el reto en el inmediato futuro
Las conversaciones de paz entre el Gobierno y la las Farc, "no tendrán tiempo ilimitado".
Con estas palabras hace un año el presidente Juan Manuel Santos anunciaba el inicio del proceso de paz, cuyas reuniones en La Habana acaban de reanudarse luego del anuncio del Gobierno de convocar a un referendo donde el pueblo colombiano tenga la última palabra sobre los acuerdos que se logren en Cuba.
El excomisionado de paz Carlos Ossa le dijo a EL NUEVO SIGLO que “siempre he sido optimista en este proceso y realmente dentro de las dificultades que se han presentado, creo que los avances siempre han sido significativos y me parece que estamos como ad portas de que se logre concretar un acuerdo entre el Gobierno y la guerrilla, que pueden ser ratificados por la ciudadanía”.
Acerca de los logros y las dificultades que ha tenido, Ossa expresó que una dificultad que se ha presentado tiene que ver con el cese de hostilidades, porque según su concepto negociar en medio del conflicto crea confusión, crea dudas, crea incertidumbres. “Pero ese fue el camino escogido por el presidente y aceptada por la guerrilla de las Farc”, indicó, agregando que habría sido preferible un cese el fuego porque de esa manera se hubieran evitado muchas muertes.
Acerca del reto inmediato, señaló que tiene que ver la forma como se tramitarán los acuerdos en que se da por terminado el conflicto.
“Se ha planteado la necesidad de un referendo para ratificar los acuerdos que se lleguen con la guerrilla. Y las Farc han mostrado cierta reticencia sobre este tema. Pero creo que están jugadas. Y creo que es muy largo en camino para echar atrás, hay que seguir adelante”.
Paz, con los colombianos
El también excomisionado de paz Víctor G. Ricardo, para quien “el mecanismo que en ese momento se adoptó de negociar en el exterior y aplicar la fuerza de la ley a quienes estuviera en contra del Estado de Derecho en el interior, fue un mecanismo propicio para auscultar caminos y avanzar en los mecanismos del fin del conflicto”.
Ricardo expresó que es muy frecuente escuchar que los analistas hablan de un proceso y de otro, como si uno no tuviera que ver con el otro.
Según Ricardo, lo avanzado ahora es consecuencia “de lo que se hizo anteriormente, porque si bien es cierto no es la misma agenda, ya se había tocado el tema”.
“El proceso se ha adelantado auscultando no solamente el desarrollo de la agenda, sino también en los puntos en los que se pueden viabilizar acuerdos”, comentó.
En todos los procesos de paz, anotó Ricardo, poner fechas límites y fatales no ayudan, porque generalmente lo que conducen es a los entierros.
El hecho haya una fecha fatal, que es la que el mismo presidente se fijó en la parte electoral, “cuando él hablaba de que ya debería haber acuerdos, evidentemente eso no ayuda al proceso de paz”.
Otro tema que le preocupa a Ricardo es que, si bien es cierto que la paz se debe adelantar en reserva y responsabilidad, “los acuerdos a los que se lleguen deben darse a conocer ante la opinión pública, porque de lo contrario comenzarán a dudar sobre los mismos”.
Los ciudadanos pueden llegar a pensar que los acuerdos llegados no son sostenibles; por eso, Ricardo recalcó que es muy importante que la opinión pública conozca no solamente el desarrollo de la temática, sino también los acuerdos.
Como un reto importante entre las dos partes es que cada cual mire la posibilidad histórica de llegar al fin del conflicto y de esta manera pongan de todo el esfuerzo para llegar a la paz.
“Se debe crear la conciencia clara que mientras no haya cese al fuego, los disparos seguirán sucediendo y la fuerza pública continuará persiguiendo a la guerrilla”, manifestó, puntualizando que en el campo político hay que analizar bien el tema porque es una mesa esencial, pero aclaró que “la paz no es con la guerrilla: la paz es con los colombianos, la paz es solucionar el problema agrario, la paz es construir los sistemas económicos legales, rentables y sostenibles”.
Fracaso el negociar en medio de guerra: Holmes
Carlos Holmes Trujillo, que también fue comisionado de paz, aseguró que el proceso siempre ha tenido la debilidad institucional, como fue el de ponerlo en marcha en una época preelectoral. “Esto obedece a que se aceptó hacer las conversaciones en medio de la guerra y eso ha fracasado”, dijo.
Trujillo sostuvo que la debilidad institucional obedece también a que existen diferencias en los objetivos, diferencias en la agenda, diferencias en las etapas, diferencia en el tiempo y diferencias en la manera de comunicarse con los colombianos.
“Todo lo que sucede ahora es que nunca han existido acuerdos plenos ni siquiera para adelantar las conversaciones”, opinó Trujillo, quien sigue viendo mal el proceso como lo ha visto desde un principio e indicó que no ha habido ningún logro fundamental para la sociedad colombiana; por el contrario, en su concepto, lo que ha hecho es producir costos, “porque el buen rumbo que se llevaba se ha perdido con este nuevo intento”.
Trujillo indicó que el escenario que falta es la dejación de las acciones violentas por parte de las Farc, previas a una negociación: “Negociar en medio de las balas y las bombas le va a salir muy costoso al país”.
Puntualizó que crear las condiciones para que pueda haber un proceso es el reto fundamental de país.
“Todo esto depende de acción legitima de la fuerza del Estado y cese de hostilidades por parte de las Farc, como condición para dialogar”, inistió.
Reto, el consenso nacional: Gómez
El excomisionado Camilo Gómez consideró que el proceso de paz lleva tres años y no uno como se dice: “Lo lógico es que todo este tiempo pues se llegue acuerdos y ojalá sea pronto”.
Gómez expresó que él como todo colombiano pensaba que era una nueva oportunidad para buscar la paz.
“El proceso de paz siempre es complejo y se han logrado temas como que las Farc hablen de la reparación a la víctimas”, aceptó.
Hay un primer acuerdo sobre el tema agrario que no se conoce, afirmó, considerando, como también lo dijo Ricardo, que los colombianos deben conocer los acuerdos a los que se ha llegado.
“Yo siempre he dicho que es importante que se conozca toda información posible, pero sin perder la discrecionalidad”, dijo.
Gómez manifestó que como gran reto que tiene el Gobierno es poner de acuerdo a los colombianos en caso de que se logre la paz.
Las cosas van bien: Serpa
Horacio Serpa, también excomisionado de paz, fue optimista frente al proceso de paz que se sigue con las Farc y recalcó que desde un primer momento cuando examinó las circunstancias se puso en la cabeza con mucha firmeza “un letrero que dice que va a lograrse la paz”.
“El Gobierno y la guerrilla lo que están discutiendo es sobre la manera de corroborar los acuerdos. Los unos que por consulta popular, los otros que por constituyente. Eso quiere decir que sí van a haber acuerdos”, anotó.
Para Serpa, es la primera vez que se observan que hay acuerdos: “Con toda franqueza creo que las cosas van bien”.
Aclaró que el reto inmediato es continuar con la agenda y evacuar rápidamente las consideraciones políticas y buscar evacuar los 5 puntos
“Yo lo que propongo es que se ratifiquen los acuerdos por consulta popular y que después de cinco años se convoque a una Asamblea Nacional Constituyente”, concluyó.
El proceso marcha bien: Enrique Santos C.
EL NUEVO SIGLO:- ¿Usted ayudó en proceso inicialmente?
ENRIQUE SANTOS CALDERÓN:- Fui miembro de la primera comisión que se reunió confidencialmente con las Farc en La Habana de febrero a agosto del año pasado en los llamados encuentros exploratorios, de donde salió la agenda que actualmente se discute. Logrado esto me retiré del equipo negociador por considerar cumplida la misión que me encargó el Presidente y porque en mi condición de hermano no me pareció conveniente estar de negociador de asuntos de Estado.
ENS:-¿Hace un año cuando se anunció el proceso de paz, ¿pensó que podía llegar al punto donde está hoy?
ESC: Después de que en 2012, durante los encuentros exploratorios confidenciales de La Habana, nos demoramos más de medio año definiendo la agenda de cinco puntos, era evidente que el desarrollo de la misma tomaría más tiempo. Y que el proceso no iba a marchar con la rapidez deseada. Las Farc no estaban tan debilitadas ni desvertebradas como se pensó y desde un comienzo hicieron saber que no tenían afán alguno, ni aceptarían "plazos fatales". Y después de diez años de ostracismo político y mediático como organización terrorista y secuestradora, era previsible que aprovecharían al máximo el protagonismo internacional y la legitimación nacional que les ofrecían el dialogo con el Gobierno. De ahí tanta dilación y discurso.
ENS:- ¿Cómo ve el proceso actualmente, qué logros y dificultades ha tenido?
ESC:-Pese a su preocupante lentitud, creo que marcha bien. Las dificultades han sido muchas: el escepticismo de la opinión pública, la cerrada oposición del uribismo y la propia actitud arrogante y retorica desmedida de las Farc, que ha contribuido a minar la credibilidad del proceso. El hecho de negociar en medio de la guerra también causa confusión, aunque entiendo que el Gobierno no puede cesar operaciones militares mientras no haya acuerdo. Logros son el preacuerdo agrario y que la mesa de La Habana se mantenga sólida pese al ruido mediático y a las provocaciones de diversa índole.
ENS:- ¿El reto a mediano plazo en este proceso?
ESC:-Que se avance mucho en el tema de participación política, victimas y narcotráfico antes de fin de año.
ENS:- ¿Le gusta el referendo sobre paz?
ESC:-Lo entiendo como una forma de ir anticipando la inevitable refrendación ciudadana que debe tener cualquier acuerdo al que se llegue.
ENS:- ¿Le preocupa el nivel de polarización al que se ha llegado?
ESC:- Mucho. Hay demasiado negativismo y pugnacidad en el ambiente. Que se puede enrarecer aún más en la medida en que se intensifique el debate electoral.
ENS:- ¿Ve a la guerrilla comprometida?
ESC:-En el fondo sí. Creo que las Farc entienden que es una oportunidad histórica para una salida digna a una forma de lucha que no tiene futuro posible, y que el país y el mundo entero rechazan. El Eln es otro cuento, pero con ellos se puede y debe iniciar pronto un proceso similar. El Gobierno ha dado a entender que esto puede estar a la vuelta de la esquina.