Un mes después de haber sido elegido presidente de Francia, el socialista François Hollande espera obtener mayoría en la Asamblea Nacional (cámara baja del Parlamento) en las legislativas del 10 y el 17 de junio, para poder aplicar sus promesas de campaña.
La victoria de la izquierda parece probable pero su amplitud es incierta, por lo cual habrá que esperar la segunda vuelta para saber si el Partido Socialista obtendrá mayoría absoluta por sí solo, con el apoyo de los ecologistas o necesitará los votos de la izquierda radical.
Los sondeos atribuyen al conjunto de la izquierda aproximadamente 45 por ciento de las intenciones de voto, es decir un avance de diez puntos respecto a la derecha en estos comicios, en los que unos 46 millones de electores elegirán sus diputados en 577 circunscripciones.
La lógica institucional sería que las legislativas confirmaran los resultados de la elección presidencial del 6 de mayo pasado, cuando François Hollande obtuvo 51,6% de los votos, derrotando a Nicolás Sarkozy, candidato de la derecha.
"No creo que los electores intenten la aventura de una cohabitación" entre un presidente socialista recién elegido y un gobierno de derecha, estima el politólogo Emmanuel Rivière, del instituto TNS Sofres.
Y la propia derecha no pareciera situarse en una perspectiva de victoria.
Tras el retiro de Nicolás Sarkozy, sus dirigentes, el ex primer ministro François Fillon, el ex canciller Alain Juppé y el secretario general de la UMP (Unión por un Movimiento Popular) Jean-François Copé parecen situarse más en la perspectiva de la conquista del liderazgo de su campo con vistas a la elección presidencial de 2017.
François Hollande pide a los franceses una mayoría "amplia, sólida y coherente", pero no es seguro que el Partido Socialista y sus aliados ecologistas obtengan la mayoría absoluta (289 escaños). /AFP