Viernes, 30 de Septiembre de 2011
Aunque todavia no aparece incluido en la plenaria de la Cámara, el proyecto de reforma constitucional que les otorga más curules a los colombianos en el exterior desde ya enfrenta una férrea oposición. Falta ver cuántos votos consigue.
Aclarando que “estoy presentando mi opinión” y “no estoy comprometiendo a nadie”, el representante Telésforo Pedraza, del Partido Conservador, desde ya tiene claro que se opondrá a esa reforma.
“Nosotros lo que necesitamos en cambio es fortalecer el servicio exterior”, le manifestó a este Diario el legislador bogotano.
“Tenemos consulados muy mal dotados”, lo cual considera una paradoja, pues “las misiones diplomáticas son las que tienen la verdadera vocería” de los colombianos en el exterior.
Para Pedraza, “en lugar de gastarnos plata en estas cosas, lo que deberían tener las misiones diplomáticas es más asesorías jurídicas y de otro tipo a nuestros compatriotas”.
Pedraza indicó su preocupación por considerar desafortunada la propuesta y dijo que se opondrá tal y como lo hizo en su momento cuando el ex presidente Álvaro Uribe presentó el referendo en el que proponía aumentar el número de congresistas para los colombianos que viven fuera del país.
“No se puede permitir tal despropósito. Está comprobado que es muy poco lo que logran hacer en favor de los colombianos las personas que ocupan esta curul”, expresó.
La propuesta está contenida en un proyecto de acto legislativo que con ponencia del representante Jaime Buenahora, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), fue aprobado el 21 de septiembre en primer debate por la Comisión Primera de la Cámara.
Es el Acto Legislativo 062 de 2011 Cámara, “por el cual se modifica el artículo 176 de la Constitución Política, para fortalecer la representación en el Congreso de la República de los colombianos residentes en el exterior”.
En el proyecto figuran como autores los senadores Juan Manuel Corzo, Hernán Andrade y Eduardo Enríquez, del Partido Conservador; Jorge Londoño, del Partido Verde; Juan Lozano, Juan Carlos Uribe y Roy Barreras, de La U; así como los representantes Simón Gaviria, Adriana Franco, María Victoria Vargas y Orlando Velandia, del Partido Liberal; Oscar Fernando Bravo, del Partido Conservador; Germán Varón, de Cambio Radical, entre otros congresistas.
La iniciativa contempla que los ciudadanos colombianos que se encuentren o residan en el exterior podrán elegir dos Representantes a la Cámara en circunscripción internacional, y sólo se contabilizarán los votos depositados fuera del territorio nacional.
“Se trata de elevar el número de parlamentarios que representen a esa población de connacionales que, no obstante su gran significado demográfico, como quiera que son más de cuatro millones, y su inmenso aporte a la economía nacional a través de las remesas, tiene en la actualidad escasas posibilidades de vincularse a lo procesos democráticos del país”, señaló Buenahora.
Podría pensarse que esta iniciativa puede articularse con la reglamentación de una ley aprobada en junio, al cierre de la pasada legislatura. Se trata del proyecto 16 de 2009 Senado, 177 de 2010 Cámara, “por el cual se crea el Sistema Nacional de Migraciones y se expiden normas para la protección de los colombianos en el exterior”.
La norma origina el mencionado Sistema con el propósito de elevar el nivel de calidad de vida de las comunidades colombianas en el exterior, considerando todos los aspectos de la migración y la inmigración. El Ministerio de Relaciones Exteriores será el encargado de la formulación y ejecución de la Política Migratoria y de acompañar al Gobierno Nacional en el diseño y ejecución de políticas públicas, planes, programas, proyectos y otras acciones.
En otras palabras, el Sistema buscará fomentar una migración ordenada.
La iniciativa fue presentada por el ex senador Darío Angarita, de La U, y se acumuló con una similar suscrita por una amplia cantidad de congresistas, el proyecto de Ley 70 de 2009 Cámara, “por la cual se crea el Sistema Nacional de Migraciones y se dictan otras disposiciones”.
Para los voceros de las organizaciones de colombianos en el exterior se trata de una ley histórica para los 4,5 millones de nacionales repartidos por todo el mundo que, dicen, soportan la indiferencia institucional en uno de los Estados con mayor índice de migración en la región andina y la más antigua de todas.
La ley, que pasó a revisión de la Corte Constitucional, abre la posibilidad de crear un Viceministerio de Migraciones y Desarrollo y una Mesa Nacional de la Sociedad Civil donde tendrán asiento las ONG, la academia, el sector privado y las organizaciones de colombianos en el exterior. Al menos en teoría, esto permitirá una mejor comunicación para construir soluciones reales a los problemas y desafíos de los colombianos en los países de acogida.
Pero para muchos colombianos en el exterior, el punto más revolucionario es el que abre la puerta a que puedan elegir y ser elegidos como alcaldes y gobernadores de sus lugares de origen.
Hasta ahora, el voto en el extranjero sólo es válido para escoger Presidente y Representante a la Cámara por la circunscripción internacional. “Es un logro importantísimo porque puede romper la politiquería regional y nacional”, señaló Álvaro Ruge, presidente de Aesco Colombia.
“Los migrantes han visto mejores niveles de democracia, lo que contribuiría a modernizar nuestras costumbres democráticas y electorales”, agrega Ruge, para quien esta es una oportunidad histórica para que los residentes en el exterior abandonen el escepticismo frente al país y se impliquen con su desarrollo.