La Alcaldesa le dijo a EL NUEVO SIGLO que solicitó al Gobierno nacional, con otros seis alcaldes, cofinanciación para operación de Transmilenio y de los otros sistemas de transporte
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EL NUEVO SIGLO: Alcaldesa, en este momento, ¿cuál cree que es el problema más serio que enfrenta y enfrentará la ciudad a corto, mediano y largo plazo?
CLAUDIA LÓPEZ: El Presidente, en vez de mantener la cuarentena y cobrar un impuesto al patrimonio para poder dar un ingreso básico, para que pudiéramos estar en aislamiento hasta junio (que fue lo que yo argumenté todo el tiempo), decidió acabar la cuarentena sin reconocerlo y empezar a sacarnos a la calle a trabajar. Si esa es su decisión, el tercer gran desafío de esta pandemia (primero fue evaluar cómo estaba el sistema de salud pública y después fue, cómo pedirle a la gente que se quedara en casa, para lo cual montamos Bogotá solidaria en casa y en siete semanas de pandemia llegamos a 452.000 hogares por transferencia y a 136.000 hogares por mercados) es aprender a cuidarnos en la calle. Esa es la etapa en la que estamos.
A mediano plazo el gran desafío que se viene ahora es que este va a ser el año en el que vamos a tener la mayor crisis social y económica de Bogotá y de Colombia en su historia. En ninguna otra etapa de la humanidad vamos a perder tanto crecimiento, tanto empleo ni se va a subir tanto la pobreza.
Lo que yo iba a hacer en cuatro años me toca hacerlo en tres y necesito que el año entrante sea un empujón de reactivación social y económica enorme, para que al final del cuatrienio hayamos recuperado el crecimiento y empleo que perdimos, y devolver el incremento de pobreza que vamos a tener. Y a largo plazo, lo que nos va a dar realmente sostenibilidad es cambiar nuestros hábitos de vida, porque son insostenibles.
El respeto
ENS: Independientemente de la percepción externa, ¿usted cómo diría que ha sido esa relación de la Alcaldía con el Gobierno nacional?
CL: Ha sido una relación muy respetuosa de parte y parte, en medio de muchas coincidencias y de algunas diferencias. Ha sido siempre respetuosa pero tiene un lunar: la semana con el pico de controversia más alto con el Presidente por si acababa o no la cuarentena (y lo que hizo fue acabarla), a mí me parece que hubo dos precedentes de abuso de poder en medio de una controversia política que son inaceptables: primero, me abrieron una investigación absurda de la Fiscalía. Esta entidad se esta metiendo en una controversia que no tiene fundamento penal sino político y para eso no es la Fiscalía. Y en la misma semana, el Ejército chuza a mi esposa. Esto es inaceptable en una democracia.
Uno puede tener controversias y diferencias pero no puede usar los instrumentos del Estado, que están en cabeza del Presidente, para amedrentar a alguien con quien se tiene una controversia política. Ese es el gran lunar de esta relación y vino de la Presidencia, no de la Alcaldía.
Por lo demás, la relación ha sido cordial y franca, en la que no hemos dejado de trabajar coordinadamente: repartimos mercados juntos, hacemos transferencias monetarias juntos e invertimos en el sector salud juntos. No se requiere unanimismo para tener coordinación y ejecución conjunta.
ENS: La sostenibilidad de Transmilenio depende, en gran medida, del hecho que es masivo. ¿Cómo se sostendrá a partir de ahora que no lo será?
CL: Ese es un desafío que tenemos siete ciudades de Colombia, que tenemos sistemas de transporte masivo y que están teniendo una gran pérdida económica porque tienen que operar al 100% del sistema con el 35% de los ingresos. Ya hicimos una reunión los siete alcaldes de las ciudades capitales que tenemos este desafío (Bogotá, Cali, Pereira, Medellín, Bucaramanga, Barranquilla y Cartagena) y le pedimos al Gobierno nacional tres cosas: la primera, es que tiene que darnos cofinanciación para su operación.
La segunda, es que nos tiene que dar garantía soberana para tener crédito barato que nos ayude a llenar el hueco; y la tercera, es que nos tiene que modificar el cupo de endeudamiento que tenemos para que lo podamos ampliar. Esas fueron las tres solicitudes concretas que hicimos. Ellos están evaluándolas.
Seguridad
ENS: ¿Usted cree que a futuro pueda dispararse la inseguridad, considerando que se incrementará el desempleo y otras variables?
CL: Todo lo contrario. Uno de los efectos colaterales de este periodo ha sido que la seguridad y la convivencia han mejorado en la ciudad (excepto en el indicador de violencia contra la mujer). Por ahora, las estadísticas no muestran que eso vaya a pasar. Es un prejuzgamiento pensar que, como la gente se quedó sin trabajo, va a salir a robar. No: va a salir a buscar empleo.
La gente va a salir a buscar empleo y por eso, el PDD está pensado para que nosotros, desde su aprobación, comencemos un plan de reactivación que le logre ofrecer a la ciudad en los próximos tres años, medio millón de empleos para recuperar los ingresos que la gente perdió este año. Es un prejuicio pensar que la gente pierde su empleo y sale a formar una banda criminal.
ENS: Hoy, ¿cuántas UCI tiene la ciudad?
CL: Nosotros queríamos llegar a 768 camas UCI para Covid-19 en abril. Ahí nos pudo el optimismo y vamos a llegar a esa meta en mayo. En mayo queríamos adicionar otras 1.000. Esos ventiladores nos han dicho que llegarán por ahí hasta julio y ahí vamos. Esa es la capacidad adicional. A la fecha, tenemos 568 y ProBogotá nos donó, justamente ayer, 145.
ENS: La página de la Alcaldía tuvo que hacer todo un segmento sobre las Fake news que se han originado alrededor de su Administración. ¿Cuál ha sido, de acuerdo con usted, la más inverosímil de todas?
Es desesperante, uno lidiando con la pandemia y además, con las mentiras; es insólito. Busca cuántos titulares de prensa o trinos ha habido diciendo que yo estoy haciendo campaña para la Presidencia. Qué parte de, no puedo lanzarme a la Presidencia, y a Dios gracias, ¿la gente no entiende? Está expresamente prohibido y fácticamente es algo que yo no puedo hacer. Está prohibido por la Constitución desde el año 2000. Es inverosímil que le dediquemos un minuto a aclarar una mentira tan evidentemente imposible e inviable.
Y es tal la cantidad de mentiras y pendejadas, que nos tocó poner una sección en la página de la Alcaldía, por si alguien quiere ponerse en el trabajo de ver cuál es la verdad, para que encuentren la evidencia y los soportes de porqué la mentira es mentira.
ENS.- Indiscutiblemente la forma en la que los mandatarios manejen esta crisis será determinante en la forma en la que serán recordados sus gobiernos. En cinco o diez años, ¿cómo espera que la gente valore su gestión?
CL.- Yo lo que espero es que estos desafíos múltiples que hemos tenido que enfrentar, una agitación social que ya venia desde el año pasado porque hay una cantidad de demandas legitimas y de inequidades represadas que tienen a la gente a la calle, adicional a una crisis climática y una pandemia, generen un cambio social profundo.
La pandemia reveló cómo es insostenible producir, consumir y distribuir de manera tan inequitativa. Mi mayor ilusión es que no salgamos de esta pandemia sin cambiar; que de aquí salgamos a ser unos seres humanos distintos y a ser sostenibles con la vida, con el ambiente y con la equidad.
ENS.- Con o sin Covid-19 Bogotá es una de las ciudades más difíciles de manejar. ¿Qué metas tenía cuando asumió el cargo y qué tanto cambiaron con la llegada del virus?
CL: Realmente el Covid-19 lo que hizo fue acelerar las cosas. Nuestra propuesta inicial de Plan de Desarrollo era lo que te acabó de mencionar, de cara a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en la siguiente década. El coronavirus nos dijo: “¡Eso es lo que hay que hacer pero ya! No tenemos una década. Lo que hizo fue ponerle un sentido de urgencia a los logros y las transformaciones culturales que tenemos que tener en Bogotá. El PDD se mantiene en la misma perspectiva pero para ya.
ENS: Dentro del contexto del Covid-19 el mundo ha visto escenas terroríficas como la fosa común que se abrió en NYC, los cuerpos en Guayaquil, etc. Como mandataria, ¿a qué le tiene más miedo?
CL: Como persona y como alcaldesa he tratado justamente de no tener ni transmitir miedo. Lo que yo personalmente he tratado que los ciudadanos sientan no es miedo sino confianza de que saldremos adelante. Por eso estamos promoviendo la disciplina y acción colectiva para salvar vidas.
El Gobierno no puede resolverle la vida y el cuidado al ciudadano. El oro del mundo no puede cambiar el comportamiento de los ciudadanos si no deciden una acción colectiva como sociedad, con su gobierno y con las demás instituciones. Es difícil pero es la única manera.