Este ha sido un año profundamente atípico. Los ritmos de producción y los cronogramas de la mayoría de las obras y proyectos públicos y privados fueron aplazados por el efecto de la pandemia. Al igual que en el Gobierno nacional y en los departamentales y municipales, en Bogotá la ejecución presupuestal oficial se ha visto fuertemente afectada, sobre todo por el impacto de las cuarentenas y otras restricciones aplicadas para frenar la curva de contagios y muertes por el coronavirus.
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Por lo mismo, en momentos en que el Concejo Distrital se dispone a iniciar el análisis del proyecto de Acuerdo sobre el presupuesto general de Bogotá para el año entrante, varios cabildantes llamaron la atención sobre la baja ejecución presupuestal del Distrito en lo corrido de este año.
De acuerdo con el economista Devis Sarmiento, consultado por EL NUEVO SIGLO, la ejecución del presupuesto de Bogotá así como el del país no ha sido alta, precisamente, porque los proyectos que ya estaban listos para arrancar este año no lo pudieron hacer debido a la pandemia.
“El Covid-19 hizo que el presupuesto que estaba destinado para este año no se pudiera ejecutar y esto pasó con muchas obras, como la ALO”, sostuvo Sarmiento.
“La pandemia frenó la economía y mucho del presupuesto que se tenía asignado en Bogotá tuvo que redireccionarse para la adecuación de camas (para enfrentar la crisis sanitaria) y todo el equipamiento de salud”, explicó.
No piensa igual la concejal de la Alianza Verde, María Fernanda Rojas, que hace parte de la Comisión de Hacienda. Indicó que los informes consolidados de gastos e inversiones con corte a 30 septiembre (último reporte disponible), “muestran un nivel de compromisos presupuestales menor en 2% frente a lo que se observaba el año pasado para ese mismo momento”.
“Este es un porcentaje prácticamente igual, a pesar de la emergencia generada por la pandemia y teniendo en cuenta que los rubros más grandes de la inversión siempre corresponden a obras de infraestructura, una actividad que tuvo que parar en todo el periodo de cuarentena y luego reactivarse muy gradualmente”, explicó a EL NUEVO SIGLO la concejal Rojas.
Adicionalmente, la cabildante sostuvo que también hay que tener en cuenta que hubo traslados de presupuesto hacia las entidades que son las más importantes para atender la emergencia como, por ejemplo, las secretarías de Salud, Desarrollo Económico e Integración Social.
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“El Distrito tuvo que comprometer más dinero este año frente a lo que usualmente maneja. Sin embargo, sus niveles de ejecución son superiores al 70% al final de septiembre, lo cual es un buen nivel", puntualizó Rojas.
Mala ejecución Distrital
No obstante, la opinión del concejal Yefer Verga, de Cambio Radical, es menos optimista.
“A septiembre de este año se ha comprometido el 56% del presupuesto para la vigencia del 2020 y se ha girado el 28% ¿Qué es lo importante de estas cifras? Que es importante comprometer los recursos, pero es mucho más importante girarlos, pues cada vez que se gira un recurso de estos, habrá bienes y servicios que recibe la ciudadanía”, le explicó a este Diario el cabildante. Agregó que durante los últimos dos meses la ejecución despuntó un poco más con relación al resto del año.
“De septiembre a noviembre se ha registrado un avance importante. En septiembre teníamos comprometidos el 56% y girado tan solo el 28% del presupuesto, pero a noviembre estamos hablando del 66% comprometido y el 42% girado”, añadió.
El dirigente ya había llamado la atención sobre este asunto a través de un debate de control político sobre la baja ejecución del presupuesto centralizado de los 15 sectores, así como de las alcaldías locales.
Desde el comienzo de año este concejal urgió a la Administración Distrital que la ejecución presupuestal debería tener una planeación y unos equipos de contingencia precisamente por el empalme que debería hacerse entre los Planes de Desarrollo del cuatrienio pasado y este, pero ello no se vio.
Debe haber más gasto
También tiene una óptica crítica el concejal del Centro Democrático, Jorge Colmenares, quien hace parte de la Comisión de Hacienda. “La ejecución ha sido demasiado baja. La alcaldesa y el Distrito nos han pedido dinero pero no hemos visto su ejecución”, recalcó.
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En ese orden de ideas, el cabildante añadió que el debate que está por comenzar en el Concejo sobre la plataforma de gastos, inversión y servicio a la deuda, contenida en el proyecto de presupuesto del año entrante, deberá garantizar una ejecución total de los recursos.
“Por ejemplo, el Distrito solicitó recursos para la seguridad y mire cómo está la ciudad: disparada en inseguridad. Pidieron recursos para que se avanzara en obras que estaban quietas pero que siguen quietas. La Alcaldesa sigue entregando las obras que quedaron del gobierno de Enrique Peñalosa. Entonces: están solicitando (recursos) pero no están ejecutando”, añadió el concejal.
Por último, Colmenares indicó que el presupuesto del año entrante se aprobará, “pero haremos énfasis en que se distribuyan recursos para los órganos de control, para que se supervise todo el dinero que se le ha girado al Distrito en este último mes”.
“Son alrededor de $33.7 billones que se le han entregado en un mes a la Alcaldía ($10.7 billones de cupo de endeudamiento y serán $23 billones de presupuesto). Necesitamos que el Distrito le haga veeduría a todo esto. Pediremos presupuesto para los órganos de control, para educación, para seguridad y para las obras que deben comenzar a ejecutarse cuanto antes”, finalizó Colmenares.
Objetivos del presupuesto 2021
Punto aparte, el presupuesto del 2021 estará caracterizado por dos temas cruciales y dos grandes desafíos: la necesidad de un presupuesto para la reactivación económica y la urgencia de recursos para el rescate social.
De hecho, en la presentación del proyecto de presupuesto, el secretario de Hacienda, Juan Mauricio Ramírez Cortés, dijo que Bogotá debe trabajar para volver a poner el crecimiento económico de la ciudad en una senda convergente hacia una tasa del 4% por año. También deberá reducir la tasa de desempleo y la tasa de pobreza a sus niveles pre Covid-19 para el 2024.
“Desafortunadamente quisiera decirles que esto queremos lograrlo el próximo año pero no se va a lograr. No va a ser posible, las cifras no dan, el impacto de la crisis no permite llegar otra vez a esos niveles. Ojalá lo alcancemos en el 2023 o a lo sumo en el 2024”, indicó el Secretario.
Como se ve, más allá del impacto de la pandemia en los ritmos de ejecución presupuestal este año, la mayor preocupación de algunos concejales, analistas y gremios económicos es la de que se hunda realmente el acelerador de la gestión distrital como salvavidas urgente para poder reactivar la economía de una ciudad que concentra el 25% del Producto Interno Bruto de la nación, pero a la que la pandemia ha golpeado de forma sustancial, como se evidencia en las altas tasas de desempleo en la capital del país.
Es claro que la necesidad de acelerar la ejecución es mayor en la medida en que la alcaldesa Claudia López ahora cuenta con más de 10 billones de pesos del cupo extraordinario de endeudamiento para poner en marcha el llamado ‘Plan Marshall’, que es la principal hoja de ruta de reactivación productiva de la ciudad desde la orilla de lo público.