¿Por qué siguen muriendo por hambre niños en La Guajira? | El Nuevo Siglo
<FOTO>A pesar de las inversiones de distintos gobiernos, no se ha podido superar el flagelo de niños muertos por desnutrición en La Guajira. / ONIC
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Sábado, 17 de Diciembre de 2022
Redacción Política

Un hecho que reta al Estado, a las autoridades y la sociedad colombiana en general es el rosario de muertes de niños, especialmente de la etnia indígena wayú, en La Guajira, durante muchos años, por razones asociadas a la desnutrición. Lo que no se ha podido resolver, a pesar de que desde el Gobierno central y el departamental se implementan planes, programas alimentarios y asistencialistas con una importante inversión de recursos.

La desnutrición en La Guajira es un problema complejo, ya que tiene varias causas y se requiere cambiar los enfoques que se han determinado desde Bogotá porque no han funcionado. En ello coincidieron voces consultadas por EL NUEVO SIGLO. 

El problema no es único de ese departamento, porque también es grave en el Chocó y tiene incidencia en algunas regiones de los Llanos Orientales, incluso se registran muertes de niños en Bogotá por esta causa. Sin embargo, La Guajira siempre encabeza de lejos las frías estadísticas de esto que se puede calificar como una vergüenza nacional. 

En días pasados el presidente Gustavo Petro fue por tercera ocasión a La Guajira, esta vez para lanzar un plan de abastecimiento de agua potable. Sin embargo, al ser enterado de que siguen muriendo niños en la región por física hambre, con rostro compungido aceptó que este es el primer fracaso de su gobierno.

“El hecho que aquí se mencionó, que 20 niños wayús han muerto por desnutrición durante este gobierno, eso se llama un fracaso y hay que asumirlo como tal. Este gobierno no es para ver morir niños de hambre. Si se están muriendo, ¿de qué potencia mundial de la vida estamos hablando?”, dijo Petro.

El jefe de Estado señaló que la principal causa de esa mortalidad es la falta del agua potable, al tiempo que enfatizó que hay que cambiar la forma como otros gobiernos enfrentaron este flagelo en La Guajira.

“Si sirviera, pues no habría miles de niños wayús muertos. Si hay miles de  niños wayús muertos es porque no sirve, hay que cambiar esto, porque si no, nos estrellamos”.

Por su parte, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) anunció que llegó a unos acuerdos con las autoridades indígenas wayús para la construcción del plan provisional de emergencia que permita el goce efectivo de los derechos fundamentales de los menores de edad protegidos por la sentencia T-302 de 2017.

Esta sentencia trazó la ruta para la superación del Estado de Cosas Inconstitucionales declarado por la Corte Constitucional en La Guajira por la violación masiva, sistemática y generalizada de los derechos de los niños wayús.

Por qué no se resuelve 

Isaac Martínez, gerente de la Asociación Juu Inain Makuira, por medio de la cual se distribuyen alimentos para las comunidades de la alta Guajira, consideró que "no existen nuevas estrategias para afrontar la problemática y, obviamente, si las cosas se siguen haciendo igual el resultado no puede ser diferente”. Agregó que este es un asunto que no solo depende del Gobierno Nacional, sino también del departamental, los municipales y los propios padres de familia. 

Dijo que la cara más visible del hambre en La Guajira son los niños, pero "hay una incidencia altísima de desnutrición en adultos, porque estamos hablando de una zona del país en donde no existen las formas para generar producción agrícola, ellos viven básicamente de subsistencia y tristemente de un esquema que se ha impuesto por parte del Gobierno Nacional que es básicamente asistencialista".

Añadió que no se dan las herramientas a las comunidades wayús para que “a través de sus medios de vida, la artesanía, el pastoreo de animales, la pesca los que están cerca al mar, puedan desarrollar sus actividades de manera sostenible”.

Agregó Martínez que se ha incumplido por parte de las autoridades la sentencia de la Corte que ordena garantizar la satisfacción de los derechos fundamentales de la niñez wayú y “se han hecho medidas paliativas pero no se ha ido al fondo de la situación”. 

Acotó que también se presentan situaciones como que el Bienestar Familiar y los médicos indican la urgencia, por el estado de desnutrición, de llevar al niño a otra ciudad para atenderlo, pero los padres no permiten porque si la madre se va a acompañarlo, no hay quien cuide a los otros pequeños o por su pobreza no tiene cómo sostenerse fuera y luego regresar a su hogar.

Frente al problema del agua señaló Isaac Martínez que por el cambio climático en la temporada seca pueden pasar tres años en que no cae una gota. Por ello dijo que se requiere construir acuíferos o lagos de buena capacidad para acumular el líquido en invierno, porque los que hay son pequeños y poco ayudan.

Por su parte el senador guajiro Alfredo Deluque dijo que el problema tiene “tantas causas que a veces los gobiernos se centran en atacar apenas unas”.

Añadió el parlamentario que “la política asistencialista es importante para salvarles la vida a los wayús, pero es una parte muy pequeña de la solución”. 



Señaló por ejemplo que la difícil situación en Venezuela determinó que regresara a la alta Guajira gente wayú, haciendo crecer la población, en muchos casos sin registro, lo cual “hace que sea muy difícil saber dónde están los niños”.

Complementó el senador: “creo que están cubiertos con programas de Bienestar unos 95 mil niños, pero debe haber otro tanto que están sin cubrir, primero por falta de presupuesto de Bienestar, me imagino, y segundo por falta de encontrarlos”.

Agregó Deluque que para el abastecimiento de agua potable si bien se han realizado inversiones en la alta Guajira, “falta mucho más por hacer”.

En este sentido comentó que “le recomendé a la ministra de Vivienda que hicieran un diagnóstico primero de cuáles eran las soluciones que había, cuáles se podían arreglar, cuáles no, dónde no había nada para hacerlo, y ya lo van a hacer, con el fin de que los programas sean acertados con la problemática que se tiene”.

Añadió que también son indispensables vías de acceso como la carretera a la alta Guajira, que faltan dos terceras partes, porque esto genera desarrollo y posibilidades frente a la pobreza en esa región.

Juan Carlos Buitrago, director  ejecutivo de la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (Abaco), dijo que el “fenómeno del hambre es multicausal, hay muchas cosas que tienen que ver con la seguridad alimentaria en el departamento”.

Añadió que La Guajira es el departamento del país más afectado porque es el más pobre, “con más proporción de personas en pobreza monetaria; es el departamento con más proporción de personas en pobreza extrema, es el departamento más desigual. La Guajira está en el rango de país de África en términos de desigualdad”.

Señaló Buitrago que “si a esto le sumamos la falta de agua potable, que es desde mi perspectiva el factor detonador de las muertes por desnutrición, entendemos que la situación en La Guajira es crítica”.

Agregó el directivo que los gobiernos han hecho distintas intervenciones, “el Gobierno Nacional invierte muchísimo en la estrategia de Cero a Siempre en La Guajira, los gobiernos territoriales invierten en diferentes estrategias, son familias que no tienen empleo, que no tienen acceso a agua potable, y cuando una familia vive con la venta de artesanías, pues el ingreso promedio son entre $50 mil y $70 mil mensuales. Con eso no alcanzan a alimentar a sus hijos y vemos lo que está pasando, que son los niños muertos por desnutrición y los niños con una enfermedad que se llama desnutrición crónica”.

En lo que ha transcurrido del año han muerto en Colombia 292 niños menores de cinco años por causas relacionadas con la desnutrición, de los cuales, 76 en La Guajira.