La senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, presentó un proyecto de ley para corregir los “vacíos jurídicos” con respecto a los segundos ocupantes de las tierras usurpadas a las víctimas.
La congresista explicó que la reforma de la Ley 1448 de 2011, más conocida como Ley de Víctimas, se presentó a raíz de los casos de campesinos víctimas de la restitución de tierras tras verse obligados a abandonar los predios que adquirieron de buena fe.
“Estamos cumpliendo con la orden de la Corte Constitucional de subsanar los yerros jurídicos, los vacíos que existen en la Ley 1448 de restitución de tierras”, sostuvo.
Según Cabal, el proyecto pretende “rescatar el principio de confianza legítima” que consiste en “todos esos pasos que usted hace con el Estado para poder obtener una propiedad que no se pueden desconocer”, así como resaltar el principio de buena fe “de la que parten las relaciones de transacción entre los seres humanos”.
“Logrando abrir la puerta que las sentencias de la Corte nos ha facilitado en cuanto a la modulación por parte de los magistrados, hará que personas que hayan sido despojadas por esta Ley puedan acceder a que se les repare, indemnice o compense”, añadió.
Sin embargo, para el senador Guillermo García, del Partido Liberal, “este proyecto de ley busca legalizar el despojo de las guerrillas, paramilitares y de terceros que se aprovecharon de los hechos de violencia, y como consecuencia de ello, terminaría el Estado pagando el valor del despojo a favor de los ilegales”.
Aseguró también, que “la restitución no sería obligatoria y como consecuencia se desconoce este derecho fundamental (Sentencia T-821 de 2017). La compensación se convierte en la regla general, lavando el despojo de tierras”.
Expresó además que la iniciativa “invisibiliza la responsabilidad de los actores ilegales y a sus colaboradores frente a hechos de despojo o abandono, violando el derecho a la verdad”.
Añadió además, que “con la eliminación de la figura de la buena fe exenta de culpa, todos son inocentes y gana el que se aprovechó de la guerra. Eliminar esta figura es entrar en el terreno de la impunidad”.
“Es decir, por estos y muchos otros aspectos y por lo que representa quitarle alcances a la Ley de Víctimas, como miembro del liberalismo le digo no a esta reforma legal a una norma que ha venido funcionando y cumpliendo cabalmente los objetivos para los cuales fue diseñada y que ha permitido reparar a miles de víctimas en todo el país y restituido también a miles de campesinos que fueron víctimas de despojo”, precisó.