En 2021 se están cumpliendo 30 años de existencia de la Fiscalía General de la Nación, la cual fue concebida por la Constitución de 1991 para adelantar el ejercicio de la acción penal y realizar la investigación de los hechos, por lo cual se constituye en eje fundamental del sistema judicial.
EL NUEVO SIGLO consultó la opinión de cuatro exfiscales sobre el impacto que ha tenido esta institución en la justicia en Colombia y, además, qué ajustes consideran necesarios para fortalecer su capacidad.
Algunos de ellos coinciden en la necesidad de fortalecer el CTI para mejorar los indicadores en investigación criminal; también creen que se debería ajustar la forma como se elige el Fiscal General.
Un éxito de la Constitución
Alfonso Gómez Méndez, quien fue Fiscal General entre el 1 de agosto de 1997 y el 1 de agosto de 2001, dijo que esta institución “fue uno de los grandes éxitos” de la Constitución del 91 porque “en la investigación criminal veníamos de unos jueces de instrucción criminal desprotegidos, descoordinados, que no tenían la fuerza para luchar contra la delincuencia organizada”. Agregó que el gran éxito inicial fue que “se centralizó la investigación criminal, se fortaleció la investigación criminal, unos fiscales que realmente tenían pleno respaldo en un ente poderoso, y por eso se pudo luchar de frente contra los carteles de la droga, del narcotráfico, la delincuencia organizada, la guerrilla y el paramilitarismo”.
Gómez señaló también que “desde luego ha habido errores institucionales de diseño, como fue la introducción apresurada del Sistema Penal Acusatorio a partir del acto legislativo del 2004”, no porque el sistema oral sea malo, advirtió, “sino porque no se tomaron las precauciones necesarias, y entonces lo que se quería inicialmente era que la investigación criminal fuera tan sólida que al sindicado no le quedara otro recurso que negociar y que las audiencias fueran lo mínimo, y los preacuerdos la mayor parte. Eso se ha invertido”. Consideró además “que fue un error haber desvertebrado un poco el CTI. Creo que el actual Fiscal está mejorando esa situación”, así como “haber desvertebrado la escuela de formación de investigadores que habíamos dejado en el año 2001”.
De cara al mejoramiento de la entidad, Gómez señaló que “aún cuando ya se ha trabajado en esa dirección, fortalecer mucho la investigación criminal, profesionalizar mucho el CTI y tener un cuerpo muy fuerte de investigadores para que las investigaciones dependan no tanto de la prueba testimonial sino de la prueba técnica”.
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En cuanto al diseño institucional, precisó “que ya es hora de repensar el sistema de elección del Fiscal General”, sobre lo cual Gómez tiene una propuesta: “En la medida en que en el Sistema Acusatorio el Fiscal no tiene funciones judiciales propiamente dichas porque hoy el Fiscal no puede ni detener, no puede allanar sino con autorización de juez”, en ese orden de ideas y para ser consecuente “con un Sistema Penal Acusatorio, el Fiscal debería ser el Ministro de Justicia”. Entonces, explicó, el “Fiscal nombrado por el Presidente Ministro de Justicia, pero con responsabilidades políticas, disciplinarias y judiciales, cosa que hoy no ocurre por cuanto al Fiscal le dan el mismo tratamiento del Presidente del fuero ante el Congreso, lo que ha conducido a que en la práctica, y no me refiero a la situación actual sino siempre, el Fiscal no tiene un juez inmediato que pueda juzgar sus actuaciones”.
Se profesionalizó investigación
Alfonso Valdivieso, quien ocupó la Fiscalía entre el 1 de agosto de 1994 y el 1 de agosto de 1997, dijo que “para mí el mayor aporte es haber profesionalizado y especializado la investigación de los delitos". Agregó que otra de las grandes contribuciones de la Fiscalía ha sido el mejoramiento de la capacidad de respuesta.
“Ya no solamente se cuenta con una especialización sino que se actúa con mayor rapidez. Y en la medida en que se ha venido dotando, y esto ha sido un proceso paulatino, de mejores instrumentos y mayor tecnología, es mucho más probable que se haga frente al fenómeno delictivo". En cuanto al tema de qué habría que corregir en la entidad, Valdivieso consideró que “son acciones que tienen que pasar por una revisión de la actuación de la Fiscalía a nivel de las dependencias que están en los territorios, me parece que es una muy importante área de mejoramiento. Que las direcciones seccionales y regionales puedan tener el personal idóneo, sobre todo que tengan una mayor relación con el centro”.
Más investigadores
Martha Lucía Zamora, quien fungió como Fiscal General encargada entre el 6 y el 29 de marzo de 2012, tras anularse la elección de Viviane Morales, consideró que el mayor aporte de la Fiscalía “ha sido estructurar una entidad con fortaleza investigativa, con la utilización de tecnología y expertos investigadores, así como un equipo de fiscales capacitados y comprometidos con las investigaciones”.
Agregó que en su opinión van en dos sentidos las correcciones para mejorar el funcionamiento de la entidad: “En un sentido de fondo, que requeriría una reforma constitucional para que el origen del Fiscal General no continuara en la terna enviada por el Presidente de la República a la Corte Suprema”. Explicó que la intervención del Ejecutivo en este asunto no “garantiza la independencia del Fiscal General y por esa razón no genera confianza en sus actuaciones, investigaciones”.
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Añadió Zamora que se requiere un “mayor número de fiscales e investigadores, porque hoy en día es imposible para un fiscal dirigir y coordinar investigaciones y actuar ante los jueces de garantías, de conocimiento, en las audiencias previstas en el Sistema Acusatorio”. Acotó que “con la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que obliga a la Procuraduría a replantear su función disciplinaria, los procuradores y funcionarios de esta institución, deberán formar parte de la Rama Judicial o de la Fiscalía, no de manera transitoria, como está contemplado en el proyecto presentado recientemente por la procuradora Margarita Cabello, sino en forma permanente, previa capacitación y de esta forma, adquirir la investidura de jueces de la República o fiscales de las Unidades de Fiscalía en todo el país”.
Se modernizó justicia penal
Guillermo Mendoza Diago, quien fungió como Fiscal General encargado entre el 1 de agosto de 2009 y el 11 de enero de 2011, tras el final del periodo de Mario Iguarán, señaló que "con la creación de la Fiscalía en la Constitución de 1991 se modernizó la administración de justicia penal en nuestro país, los sistemas anteriores eran de un corte inquisitivo muy superado inclusive en todos los países, entonces con la Fiscalía se dividió la función dentro de los procesos penales”.
Agregó que como consecuencia la investigación y la acusación pasaron a manos de un ente diferente a la rama judicial propiamente dicha, encargada de hacer el juzgamiento y de dictar la sentencia. “Esa separación es un avance notorio dentro de las instituciones judiciales penales, pero por otra parte al hacerse esa separación la Fiscalía cobró mucha fuerza y mucha capacidad de investigación para enfrentar la criminalidad en todas las áreas”.
Añadió Mendoza que “la Fiscalía necesita más fortalecimiento en su cuerpo de investigadores, el Código está muy bien diseñado, el Código salvo algunos ajustes que habría que hacerle, me refiero a la Ley 906 de 2004, para abreviar los procedimientos, pues las cosas están bien concebidas. Pero mientras no haya un cuerpo investigativo sólido, una policía judicial que tenga todos los elementos necesarios para enfrentar la criminalidad tan severa que nosotros acusamos, pues la Fiscalía va a mostrar algunas deficiencias”.