EL PRINCIPAL factor de ingobernabilidad en la administración Petro sería la falta de estabilidad en el Gabinete, pues en los dos años que esta semana se cumplen del mandato el jefe de Estado ha provocado tres grandes remezones que han significado el cambio de 20 ministros. Las únicas carteras que no han sufrido modificaciones hasta el momento son Ambiente y Desarrollo Sostenible, con Susana Muhamad; Defensa con Iván Velásquez; Trabajo con Gloria Ramírez; y Equidad e Igualdad, en donde está al frente la vicepresidenta Francia Márquez.

Aunque vale anotar que este último Ministerio fue creado el año pasado después de que el Congreso aprobó un proyecto de ley que presentó el Gobierno, y que Márquez se posesionó como ministra el 30 de junio del 2023. Mientras que Muhamad, Velásquez y Ramírez están en el Gabinete desde el principio del mandato en agosto de 2022.

El cambio de ministros es algo usual en todos los gobiernos, inclusive para significar lo normal que esto es se acuñó la palabra que ellos son ‘fusibles’ que se quitan y se ponen cuando el presidente estima que es necesario.

Por lo general, el cambio de ministros se da por razones de gestión, bien sea porque quien está al frente de la cartera no hace bien la tarea o incluso está cumpliendo, pero el presidente de turno trae otra persona con nuevos bríos.

También se da cambio de ministros porque un partido se suma a la coalición y hay que darle participación en el gabinete con alguien de los suyos o porque una colectividad se retira de la misma y, por ende, el gobierno de turno le retira el representante que tenía.

Sin embargo, en el gobierno Petro, además, de las anteriores razones, también se ha presentado el cambio de ministros por escándalos en que algunos se han visto involucrados o por posturas críticas que manifestaron sobre proyectos o iniciativas de la Casa de Nariño, lo que no le gustó al presidente.

Los remezones

La primera crisis ministerial en este Gobierno se produjo en febrero de 2023, cuando salieron Patricia Ariza en Cultura; Alejandro Gaviria en Educación; y María Urrutia en Deporte.

En el remezón se vio disminuida el ala de centro en el gabinete de este Gobierno de izquierda, la cual representaba Alejandro Gaviria, a quien le habría costado el puesto algunos reparos que hizo al proyecto de reforma a la salud, que estaba ad portas de ser radicado por la entonces ministra Carolina Corcho, y que ya generaba polémica en distintos sectores por los alcances del texto.

Como consecuencia, Aurora Vergara llegó a Educación; Astrid Rodríguez a Deporte y meses después Juan David Correa fue nombrado en Cultura.

En abril del 2023, el presidente Petro produjo otra crisis ministerial después de que rompió la coalición con el Partido Conservador y la U porque no votaron a favor la reforma a la salud en su primer debate, debido a las profundas diferencias que estas colectividades tenían con el proyecto.

Entonces, en Interior, Alfonso Prada fue reemplazado por Luis Velasco; en Hacienda, Ricardo Bonilla entró por José Ocampo; en Agricultura, Jhenifer Mojica llegó por Cecilia López; en Salud, Guillermo Jaramillo sucedió a Carolina Corcho; a Ciencia, Tecnología e Innovación arribó Yesenia Olaya por Arturo Luna; en TIC, Mauricio Lizcano reemplazó a Sandra Urrutia; y en Transporte, William Camargo entró por Guillermo Reyes.

Posteriormente, Irene Vélez renunció en Minas y Energía, acosada por las críticas a su gestión y su férrea defensa de la postura del Gobierno de no autorizar nuevas exploraciones de carbón y petróleo por sus efectos en el cambio climático. Además de que se vio involucrada en un escándalo porque se conoció que pidió a un funcionario de Migración Colombia en el aeropuerto de Cali, que permitiera la salida del país de su esposo y su hijo, a pesar de que el menor no contaba con los permisos requeridos.

En febrero pasado, Astrid Rodríguez renunció al Ministerio del Deporte porque perdió para Barranquilla la sede de los Juegos Panamericanos en 2027, debido a que el Gobierno no pagó a tiempo 8 millones de dólares a Panam Sports por los derechos del evento. Fue reemplazada por Luz López.

El tercer remezón ministerial comenzó en mayo pasado, cuando Luis Murillo pasó de embajador en Estados Unidos a Canciller por la renuncia de Álvaro Leyva, quien estaba suspendido por la Procuraduría en una investigación por las irregularidades que se habrían presentado cuando declaró desierta la licitación para la hechura de pasaportes.

En tanto que en la cartera de Comercio el cambio se dio en junio pasado por la renuncia de Germán Umaña, quien le dio paso a Luis Reyes, hasta entonces director de la DIAN.

En julio pasado, el presidente aceleró el tremor ministerial comenzando en Interior con la salida de Luis Velasco para darle paso a Juan Cristo; Néstor Osuna dejó Justicia ante la llegada de Ángela Buitrago; en Agricultura Jhenifer Mojica fue reemplazada por Martha Carvajalino; William Camargo en Transporte fue sucedido por María García; en Educación Daniel Rojas reemplazó a Aurora Vergara; y en Vivienda Helga Rivas llegó por Catalina Velasco.

¿Más que gestión?

Como habría sucedido con Alejandro Gaviria, algunos ministros salieron por razones aparentemente distintas a la gestión que venían desempeñando.

A Vergara le habría costado el cargo el hundimiento de la reforma estatutaria a la educación, después de la incomprensible situación que se presentó porque avaló un acuerdo con la oposición y los independientes para una enmienda al texto en el tercer debate en la Comisión Séptima del Senado, pero que luego se echó para atrás porque el sindicato de maestros Fecode no le gustó los ajustes y se fue a paro.

José Ocampo, considerado en su momento el polo a tierra del gabinete por su perfil técnico, habría sido retirado de Hacienda por observaciones que hizo al proyecto de reforma a la salud.

También la reforma a la salud habría significado la salida de la ministra Carolina Corcho, pues su estilo radical y reactivo fue un motivo que manifestaron los partidos de oposición e independientes para incrementar su negativa a este proyecto.

Mientras que el cambio de Luis Velasco en Interior sería porque resultó salpicado en el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) por la contratación para llevar agua a La Guajira.

Olmedo López, exdirector, quien junto con el exsubdirector de esta entidad Sneyder Pinilla fueron imputados por la Fiscalía como responsables en este escándalo, sostuvo que en una reunión en la Casa de Nariño varios ministros y altos funcionarios le dieron instrucciones para supuestamente entregar dinero y contratos a congresistas para aprobar las reformas del Gobierno.

López dijo que “el doctor Velasco le contará al país cuáles fueron los motivos. Transmití las instrucciones que recibía y las transmití a uno de mis subalternos. Es una agenda de la que tenemos que arrepentirnos y pedirle perdón al país. Esa agenda son hechos de corrupción que beneficiaron a un número importante de congresistas”.

Número de cambios por cartera

Agricultura: 2
Educación: 2
Deporte: 2
Interior: 2
Transporte: 2
Cancillería: 1
Ciencia, Tecnología e Innovación: 1
Comercio, Industria y Turismo: 1
Cultura: 1
Hacienda: 1
Justicia: 1
Minas y Energía: 1
Salud: 1
TIC: 1
Vivienda: 1

Los reenganchados

Varias personas han entrado y salido del Gobierno, a pesar de que se han visto involucradas en escándalos. Es el caso de Laura Sarabia, quien como jefe de gabinete fue salpicada porque policías de la Casa de Nariño llevaron de forma irregular al polígrafo a la niñera de su hijo, para indagarla por una plata que se perdió en la casa de esta funcionaria.

Después Sarabia tuvo que renunciar al conocerse un audio de WhatsApp en donde el entonces embajador en Venezuela, Armando Benedetti, le reclamaba porque no lo atendía el presidente a pesar, dijo, que consiguió $15.000 millones para la campaña, al tiempo que advirtió que si contaba de esto todos irían a la cárcel.

Tiempo después Sarabia fue reenganchada por el presidente para dirigir el Departamento de Prosperidad Social. Finalmente, la volvió a traer a la Casa de Nariño para ponerla al frente del Departamento Administrativo de la Presidencia. Ahí el Mandatario hizo un enroque porque envió a Carlos González, quien dirigía esta entidad, a conducir la Dirección Nacional de Inteligencia.

No obstante, González presentó su renuncia a ese cargo al ser salpicado en el escándalo de corrupción en la Ungrd.

Otro caso es el de Armando Benedetti, quien salió de la embajada en Venezuela por el citado escándalo por lo que dijo en el audio que le envió a Sarabia. Luego, Petro lo reenganchó al Gobierno llevándolo como embajador de Colombia ante la FAO, donde en este momento afronta una investigación por supuesta violencia intrafamiliar.