Inesperadamente resurgió la polémica por la idea de convocar una constituyente para reformar la justicia.
La senadora Esperanza Andrade, del Partido Conservador, declaró que “lo preocupante es que antes de que fracasara la reforma del presidente Duque ya se contaban dos reveses en la administración Santos, sumando en total 18 intentos fallidos desde la expedición de la Carta del 91, lo que evidencia que la justicia colombiana se resiste a ser transformada, pese al reconocimiento de sus graves fallas y la necesidad de hacerlo radicalmente para acabar la ineficiencia y corrupción de la que desde hace más de tres décadas sabemos y se viene hablando”.
Lea también: En la cuerda floja reforma a la justicia
“Particularmente me parece que la mejor opción es convocar a una asamblea nacional constituyente porque el Gobierno y el Legislativo no pudieron. Que se ocupe de manera integral, limitada y única de la reforma a la justicia, sin tocar el capítulo de derechos fundamentales y los mecanismos para su protección”, opinó Andrade.
Sin embargo, el exmagistrado José Gregorio Hernández reiteró su concepto contrario a esa propuesta, manifestando que en lugar de “una constituyente o un referendo, hay que pensar en el contenido, porque ahora improvisaron mucho y en contenido había quedado en nada. Hay que elaborar un proyecto integral, serio, coherente, que atienda de verdad los problemas que encuentra el ciudadano del común. Que no implique restricciones a la tutela, y que vaya más allá de edad mínima e inhabilidades para los magistrados. Que se ocupe del presupuesto de la rama, de la congestión, de la morosidad, de la forma en que son escogidos los funcionarios, sin tanta politiquería y pensando en las hojas de vida y en la formación jurídica y ética y en unos antecedentes intachables”.