Pese a que muchos indican que es una fecha temprana para hablar de la elección del funcionario, hay preocupación porque todavía no hay sesiones presenciales del Congreso

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En agosto deberá dejar su cargo el defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret; de manera que, a más tardar en septiembre tendría que estar elegido su remplazo.

En el sonajero están el director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos, Carlos Camargo; la directora administrativa de la Cámara, Carolina Carrillo; así como los secretarios de los partidos Liberal, Miguel Sánchez, y La U, Álvaro Echeverry.

Aunque allí hay un posible candidato de La U, lo que se dice es que esa organización política tiene un aspirante secreto cuya elección ya está impulsando con miras a retener un cargo que le resulta, según fuentes legislativas, muy rentable burocráticamente. Incluso, se habla de la existencia de un acuerdo de apoyo con otras fuerzas políticas, lo que nadie confirma ni desmiente.

Lo cierto es que la elección del Defensor del Pueblo debe enmarcarse dentro de las realidades de la nueva coalición ampliada del gobierno Duque.

Como se sabe, tras la designación en las carteras de Salud y TIC de ministros avalados por Cambio Radical la ecuación de la plataforma partidista que respalda a la Casa de Nariño se modificó. La sumatoria de votos del Centro Democrático, La U, los conservadores y los partidos cristianos, más un congresista de la ASI que vota a favor del Ejecutivo, es de 54 hoy en el Senado. Pero si entra Cambio, entonces serían 70 votos, una mayoría aplastante. En la Cámara hoy la coalición tiene 80 votos y si entraran los de Cambio se elevaría el bloque a 110, con dominio total de la agenda.

Se sabe que La U no quiere dejarse quitar la Defensoría. Negret proviene de ese partido y allí se considera que debe respetársele ese cargo, más aun siendo una colectividad de la coalición oficialista que ha tenido una relación complicada con el presidente Duque, ya que algunos parlamentarios son muy críticos con la Casa de Nariño. Sin embargo, no se sabe qué pueda pasar en el primer mes de la próxima legislatura, ya que la correlación de fuerzas en la coalición cambió y ello se verá reflejado no solo en la elección del Defensor, sino también en la del Procurador, en diciembre próximo.

Sin embargo, las condiciones actuales del Legislativo dificultan que se piense en ese proceso.

Según el artículo 281 de la Constitución, el Defensor del Pueblo es elegido por la Cámara para un periodo de cuatro años, de terna elaborada por el Presidente de la República.

El artículo 2 de la Ley 24 de 1992 señala que el Presidente deberá presentar la terna a la Cámara dentro de los 15 días siguientes al inicio de la legislatura. Esto es entre el 23 de julio y 13 de agosto. La elección debería efectuarse en el primer mes de sesiones. O sea, antes del 21 de agosto.

Así, se trataría de una de las primeras cosas que deberá resolver el Congreso luego de arrancar la legislatura, el 20 de julio.

Hoy, el Legislativo sigue en la disyuntiva de si es legal el proceso de votación virtual que está realizando. Sin contar con que, generalmente, la elección de Defensor se hace por voto secreto en una urna.

Aquí vale la pena recordar que en la pasada elección, para escoger a Negret la Cámara tuvo que repetir la votación porque en el Salón Elíptico estaban presentes 154 representantes y en la urna aparecieron 158 votos.

La elección, además, fue cuestionada por supuesta falta de garantías y porque se decía que era la protocolización de la entrega de una cuota política al Partido Social de Unidad Nacional (La U), colectividad de la que Negret era secretario general.

¿Votación virtual?

La discusión, que pervive en lo profundo del Congreso, es si los actos de esa corporación pueden ser válidos cuando se toman de manera virtual. Hasta el momento, no hay un consenso al respecto.

Según le señaló a EL NUEVO SIGLO el representante por Atlántico, Cesar Lorduy, de Cambio Radical, “en el caso de que tengamos que tomar una decisión, yo soy amigo que se tome como estamos actualmente trabajando, de manera remota. Es más: está en mora la plenaria de la Cámara” en ir “más allá de celebrar debates de control político, que son importantes. La plenaria de la Cámara debe tener la oportunidad de aprobar los proyectos que están a su consideración”.

Otra cosa piensa su colega por Antioquia, León Fredy Muñoz, de la Alianza Verde, quien le expresó a este Diario que “la elección de los altos funcionarios como el Fiscal, el Contralor, el Procurador y el Defensor del Pueblo debe ser ante el Congreso y de manera presencial, porque es un voto secreto y la virtualidad no permite ese tipo de voto. Tiene que ser presencial, en urna y con todo. Por eso, nosotros apoyamos la tesis de que el Congreso trabaje de manera presencial. El Presidente, a partir del viernes, abrirá algunos sectores para que comiencen a trabajar y el Congreso no puede ser ajeno a esa realidad, se debe reactivar la democracia en Colombia”.

Así las cosas, el próximo presidente de la Cámara no solo tendrá que decidir si se continúa con las sesiones virtuales o se comienza a dar paso a las sesiones semipresenciales. Igualmente, cuando el presidente Iván Duque anuncie la terna de los candidatos al cargo, comenzarán la larga procesión por las oficinas de los representantes buscando el voto que les asegure la victoria, lo que puede ser un problema en estos tiempos de pandemia que para agosto, posiblemente, no estará solucionada.