LA SORPRESIVA elección de Iván Name para presidente del Senado fue por obra de los partidos de oposición e independientes. De esta manera, si bien respetaron los acuerdos para que la Alianza Verde-Centro Esperanza ostente el cargo en la segunda legislatura, le cerraron el paso a Angélica Lozano, a quien postuló esta fuerza política y que contaba con el respaldo del Gobierno. En este sentido, la lectura de muchos es que la Casa de Nariño fue derrotada y que es un mensaje que le envían tras perder las mayorías por la fractura de la coalición.
Iván Name obtuvo 54 votos, mientras que Lozano llegó a 50 en la votación que hizo la plenaria del Senado, tras la instalación de la segunda legislatura que hizo el presidente Gustavo Petro.
Por los acuerdos que firmaron las diferentes fuerzas políticas al principio de este Congreso, la presidencia del Senado en la segunda legislatura le corresponde a la coalición Alianza Verde-Centro Esperanza, que postuló ante la plenaria a Angélica Lozano, quien había logrado horas antes de esta elección el respaldo de ocho de los 13 integrantes de su bancada, en la puja que sostuvo durante varias semanas con los otros aspirantes y compañeros de divisa política, Inti Asprilla, Ariel Ávila e Iván Name, sin que se lograran poner de acuerdo sobre quién de ellos se presentaría.
Sin embargo, de forma inesperada tras la postulación qué hicieron de Lozano la Alianza Verde-Centro Esperanza y el Pacto Histórico, las dos fuerzas que se mantienen en la coalición que respalda las políticas del presidente Petro, el senador Iván Name alzó la mano para anunciar que a nombre propio se postulaba, lo cual, por un lado, causó sorpresa porque lo usual es que los aspirantes a integrar las mesas directivas en Senado y Cámara son postulados por uno o varios partidos o por otro parlamentario.
Y por el otro lado, porque tras el apoyo mayoritario a Lozano de la mayoría de la bancada la Alianza Verde-Centro Esperanza, se esperaba que los otros aspirantes declinaran, como finalmente lo hizo a regañadientes Inti Asprilla y, previamente lo había hecho Ávila.
No obstante, Name advirtiendo que reconocía las cualidades de Lozano, subrayó que tenía el derecho de aspirar y anunció que lo podía hacer a nombre propio sin someterse a la voluntad de un partido, sobre lo que dijo hay sentencias de la Corte Constitucional.
Entonces cuando el presidente saliente del Senado, Alexander López, abrió la votación para la presidencia, así como la primera y segunda vicepresidencia, lo que muchos esperaban en la coalición, así como en el propio Ejecutivo, que al final se jugó con Lozano, era que ella apalearía en el resultado de la votación a Name.
Mientras que, muchos no contaban con que en esta oportunidad la oposición y los independientes no se iban a limitar simplemente a acompañar los acuerdos para que la Alianza Verde-Centro Esperanza ocupará la presidencia en la segunda legislatura, y que, por ende, votará por el nombre que postuló, Lozano; sino que vio la oportunidad de oro para imponer un nombre, Name, que, si bien hace parte de la coalición de gobierno, no es tan cercano a la administración Petro.
Por ahora no se sabe si los independientes y la oposición planearon esta jugada y que, incluso, como algunos en la coalición de gobierno piensan, Name habría acordado con estas fuerzas mantener su aspiración con la promesa de apoyarlo con el voto; o si vieron la oportunidad de influir aprovechando la tozudez de un senador de insistir en llegar a la presidencia del Senado sin el respaldo de su partido.
¿Cómo fue la votación?
Los 54 votos por Iván Name corresponderían a: Centro Democrático (13), Cambio Radical (11), Partido Conservador (15), La U (4), MIRA (4), Partido Liberal (6) y Alianza Verde (1).
Los 50 votos por Angélica Lozano habrían sido depositados de la siguiente manera: Pacto Histórico (20), Partido Liberal (7), coalición Alianza Verde-Centro Esperanza (12), Comunes (5), La U (4), Indígenas (2).
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Implicaciones
En la última etapa de la primera legislatura el Gobierno perdió las mayorías en el Congreso después de que el presidente Gustavo Petro rompiera la coalición con los partidos Liberal, Conservador y la U porque no apoyaron su reforma a la salud.
Como resultado de esto, los conservadores y la U pasaron a la independencia; en tanto que los liberales si bien sobre el papel siguen en el oficialismo porque no han hecho una declaración política distinta y en la práctica la bancada está dividida porque unos quieren mantenerse en la coalición y otros ir a la independencia.
Por lo tanto, lo que sucedió en la pasada legislatura con el hundimiento en octavo debate de la reforma constitucional que regulaba el uso recreativo del cannabis en adultos fue el anticipo de lo que podría ocurrir ahora en la segunda legislatura por el nuevo mapa de cómo se distribuyen las fuerzas políticas.
Ello parece confirmarse con la elección del presidente del Senado en cabeza de Iván Name, pues fueron los independientes Partido Conservador y la U, así como la oposición Centro Democrático y Cambio Radical, los que lo pusieron.
Este es un mensaje muy fuerte que están dando esas fuerzas políticas al Gobierno frente a la discusión de los grandes proyectos en la segunda legislatura, como la reforma a la salud y la reforma pensional, en el sentido de que tendrá que concertar ajustes a las iniciativas o podrían terminar hundiéndose o siendo modificado los textos de manera abrupta.
También la elección de Name sería un mensaje por parte de las fuerzas opositoras al Gobierno de que no soportará injerencia suyas en las decisiones del Congreso, pues la Casa de Nariño estaba jugada en este proceso, habida cuenta que la Alianza Verde-Centro Esperanza es parte de la colección, y por esta vía el Ejecutivo esperaba mantener en la presidencia del Senado a alguien de los suyos, pues en la primera legislatura la tuvo en cabeza del Pacto Histórico con Roy Barreras y luego con Alexander López, después de que al primero el Consejo de Estado le anuló la elección.
El ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, estuvo presente el jueves pasado en la plenaria del Senado siguiendo de cerca la elección de quien esperaba le había dado el ‘guiño’, es decir, Angélica Lozano.
Sin embargo, en el proceso de escogencia en la Alianza Verde-Centro Esperanza del aspirante a la presidencia del Senado, el Gobierno dio bandazos frente a quién darle el ‘guiño’, de acuerdo a sus intereses.
Primero apoyó a Inti Asprilla porque es el más cercano al peronismo, posteriormente estuvo por decidirse entre Ávila y Name, y finalmente ante la decisión de la bancada verde, optó por apoyar a Angélica Lozano.
En la plenaria el senador Asprilla al anunciar que desistía de su aspiración, reclamó al Gobierno. “Hoy he sufrido la primera derrota política en mi vida y es doloroso”, indicó. Agregó que “es sumamente doloroso ver al Gobierno hacer campaña por Angélica Lozano. Acepto la derrota, me retiro y la historia dirá si valió o no la pena”.
Independencia del Congreso
Varios parlamentarios de oposición e independientes manifestaron que la elección de Name es una muestra de independencia del Congreso.
El senador Miguel Uribe, del Centro Democrático, dijo que “Angélica Lozano apoyada por Petro y con presencia de la Alcaldesa y cuatro ministros en la plenaria presionando a los congresistas fueron derrotados”. Agregó que “el Senado es independiente. Le ganamos la presidencia del Congreso a Petro. Comenzamos bien”.
Por su parte el senador Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical, dijo que “la designación de Iván Name Vásquez como Presidente del Congreso ratifica la independencia del Senado del Gobierno Nacional. Se trata de una decisión acertada que marcará lo que será el resto de la legislatura. Fue decisivo el apoyo de la totalidad de senadores”.
Sin embargo, la senadora Paloma Valencia, se mostró desencantada porque esperaba una votación mayor en contra de los intereses del Gobierno. “Lo apretado de las elecciones de las mesas directivas del Senado, muestra que hay congresistas que en público se muestran contra el Gobierno, y con el voto secreto lo apoyan”.