Hace un año el presidente Juan Manuel Santos firmó una de las leyes más ambiciosas de su gobierno: la ley de víctimas, iniciativa gubernamental que busca indemnizar y restituir a aquellas personas que han sido víctimas de la violencia desde 1985.
El Gobierno creó una entidad que se encarga del cuidado de las víctimas. Hoy la Unidad Administrativa Especial para la Reparación Integral de las Víctimas está a la cabeza de Paula Gaviria, quien habló con este diario sobre los avances y retos que ha tenido la reparación de miles de colombianos.
Según Gaviria, Colombia es el único país que se ha atrevido a reparar a más de tres millones de víctimas.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es el balance de la reparación de las víctimas del conflicto?
PAULA GAVIRIA:El balance es positivo. Nosotros nos venimos preparando para la reparación de las víctimas generando redes institucionales con la articulación de más de 32 entidades y haciendo las inversiones respectivas a través de dos Conpes, lo que permitirá la financiación de la ley.
A su vez, los entes territoriales también son corresponsables ya que tienen más de 800 comités de justicia transicional instalados, que son la instancia donde se articula toda la oferta para la implementación de la ley a nivel territorial.
Ahora estamos en una etapa donde los entes territoriales tienen que, basados en el Plan Nacional de Atención y Reparación, formular unos planes de desarrollo e incluir a las víctimas, porque es allí donde se aterriza toda esa política a nivel territorial que define cómo se va atender y reparar a esas personas que están en el territorio.
ENS: ¿Ya inició el proceso de reparación a las víctimas?
PG:La reparación la iniciamos a partir de la primera semana de junio con la entrega de incentivos del Presidente en Medellín. Allí arrancó el proceso de reparación individual, que es lo correspondiente a la reparación económica, pero de una manera más cercana.
Nos sentamos con unos garantes de reparación y construimos con la persona un plan de reparación en donde ella y el Estado, en cabeza de la Unidad, se comprometen a trabajar en ese plan; allí, la Unidad ayuda a la persona en el proceso de gestión de la atención integral, de la de su familia, de mirar si el dinero que se les va a entregar puede ser invertido de pronto en educación, en vivienda, en proyectos productivos, en algún ahorro o en el Sena para que haya un proceso más completo y más digno de acompañamiento . Realmente lo que quiere el Gobierno Nacional es que las víctimas puedan volver a reconstruir su proyecto de vida.
ENS: ¿Los casos de las víctimas son estudiados uno por uno?
PG:Como ahora se está en proceso de desarrollo institucional no podemos con todas las personas tener un diseño de un plan personalizado. Sin embargo, la meta nuestra es que para las 130.000 personas que vamos a reparar este año de forma económica, por lo menos con 75.000 de ellas vamos a tener un plan muy personalizado de acompañamiento. Para los restantes, están los centros de atención y la Unidad para las Víctimas que informarán y orientarán sobre las ofertas que hay.
ENS: ¿Hay personas que critican la efectividad de la ley, qué decirles?
PG:Estamos reparando en medio del conflicto, es decir, a medida que voy perfeccionando mi política de reparaciones yo tengo también que estar atendiendo a las víctimas que se están produciendo diariamente.
La Ley tiene un enfoque de prevención en donde estamos trabajando con varias entidades del Estado para prevenir nuevas victimizaciones, pero desafortunadamente sigue habiendo en algunas zonas del país conflicto y víctimas. Es por ello que es muy difícil la integralidad, porque se tienen que estar haciendo las dos cosas.
Además es un tema masivo, como en ningún otro país del mundo, porque nadie se ha dispuesto a reparar a más de tres millones de personas. Entonces lo que el presidente Santos ha reiterado en cada manifestación pública es que la Ley tiene una aplicación gradual y no se va a lograr reparar a todas las víctimas en un día.
Obstáculos a la reparación
Sigue habiendo desconfianza por parte de muchas víctimas con el Estado. Para mí esta es la gran apuesta: recuperar esa confianza. Sin embargo ello es un proceso que solo se garantiza con resultados y entonces nos ha tocado ir, región por región, mostrando lo que se ha planteado y algunos de los logros concretos para poder lograr llevar esa reparación. Persiste un tema de resistencia y desconfianza. Otro de los obstáculos puede ser las altas expectativas que tiene la gente, lo que se convierte en un reto porque hay personas que esperan mucho de una sola ley.