Petrificada de frío continúa Europa | El Nuevo Siglo
Jueves, 2 de Febrero de 2012

La ola de frío que afecta a Europa central desde hace una semana causó unos 40 muertos más, especialmente en Ucrania, Polonia y Rumania, llevando el balance total a 120 víctimas de las bajas temperaturas, situadas desde hace varios días alrededor de -30 grados.

Según los servicios meteorológicos, este período de frío intenso debería prolongarse al menos hasta el fin de semana.

El gigante petrolero gasífero austriaco OMV advirtió sobre las consecuencias posibles de este episodio glacial en el suministro de gas, y subrayó que "registró una reducción de 30% de los suministros" en su plataforma de Baumgarten, por donde transita un tercio de las exportaciones de gas ruso hacia Europa occidental.

En Ucrania el frío ha causado el mayor número de víctimas, con 20 nuevos muertos en las últimas 24 horas, llevando a 63 muertes el balance desde hace una semana, según las autoridades.

Cerca de dos tercios de los muertos fueron descubiertos en la calle. Como en todos los países afectados, la mayoría son personas sin domicilio o personas ebrias.

Mientras las temperaturas cayeron a -25 y hasta -30°C en buena parte de Ucrania, en una semana más de 900 personas fueron hospitalizadas por congelamiento o hipotermia y más de 41.000 visitaron los casi 2.100 lugares de ayuda instalados en el país, donde la gente se puede calentar y recibir un plato caliente.

Más de 14.000 escuelas (de un total de 20.000) fueron cerradas, con 2,8 millones de escolares en vacaciones forzadas.

El frío causó otras 9 víctimas en la vecina Polonia, donde las temperaturas cayeron hasta -32 grados en el sureste. En total, desde el inicio de la ola de frío el viernes, 29 personas murieron de hipotermia, según la policía.

Rumania, con -31 en el norte, registró ocho nuevos decesos, aumentando a 22 muertos el balance desde hace una semana, según el ministerio de Salud.

En Serbia, que está a -36 grados, el frío causó siete muertos el fin de semana y 11.500 personas están bloqueadas en pueblos aislados, en especial en el oeste y el suroeste, por las fuertes caídas de nieve.