La OCDE afirmó que la situación de la Eurozona constituye el "principal riesgo para la economía" mundial e instó a ese bloque a actuar para evitar el contagio de la crisis, revisando de paso a la baja sus previsiones de crecimiento en 2012 del G7 de países ricos.
"La situación económica mundial se deteriora en gran parte debido a que la situación de la zona euro se sigue deteriorando y que aún no se ha adoptado y aplicado una solución completa", dijo el economista Jefe de la OCDE Pier Carlo Padoan.
"La recesión europea ralentiza la economía mundial", resumió en un informe la OCDE, una entidad con sede en París, que agrupa a una treintena de las mayores economías del planeta.
La Organización redujo en consecuencia sus previsiones de crecimiento para 2012 en seis de los siete países del G7 (Estados Unidos, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Canadá). La excepción es Japón, en pleno proceso de recuperación del tsunami y el accidente nuclear que en 2011 devastaron el noreste del archipiélago.
Además, "una intensificación ulterior de la inestabilidad de la zona euro podría tener efectos de contagio significativos en la demanda mundial", previene la OCDE.
El diagnóstico de la OCDE es más que preocupante: "En la zona euro, la debilidad de la periferia", ejemplificada actualmente por países del sur europeo como Grecia y España, "se está extendiendo a los principales países" del bloque: Alemania, Francia e Italia.
Alemania, motor de Europa, debería contentarse en 2012 con un crecimiento de su PIB de 0,8% (cuatro décimas menos que el 1,2% que la OCDE le auguraba en mayo) y podría sufrir una ligera recesión en la segunda mitad del año.
El PIB (Producto Interno Bruto) de Francia se estancará en +0,1% en 2012 (+0,6% en la previsión anterior). Y el de Italia debería contraerse un 2,4% (-1,7% en las proyecciones de mayo).