Para buscar la mejor opción para la ciudad en la Carrera Séptima se firmó de común acuerdo la terminación del Contrato 033 de 2010 para la construcción del denominado Transmilenio ‘Light’ por la Carrera Séptima.
La decisión conjunta entre el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y el contratista Sociedad Transmilenio Carrera 7 SC S.A.S., conformado por Sainc S.A. y El Cóndor S.A., especifica en el acta de terminación anticipada que el contratista renuncia a reclamar la utilidad prevista en dicho contrato.
Para concretar esta negociación que protege los recursos públicos y despeja el escenario para la implementación del tranvía por el corredor, se destaca la labor liderada por la directora del IDU, María Fernanda Rojas y su equipo de trabajo, para llegar a esta decisión de ciudad, la cual garantiza la continua y adecuada prestación del servicio público de transporte que sí satisfaga las necesidades de la ciudad, previendo sobrecostos y demoras en su ejecución.
La Administración Distritalseñaló que aprecia la disposición de los contratistas, quienes colaboraron y demostraron sentido de la función social que les corresponde, como colaboradores de la entidad estatal en el logro de sus fines. Ha primado el interés general sobre el interés particular, indicó.
De otro lado, la contralora General, Sandra Morelli, anunció una nueva auditoría para determinar si existe riesgo de daño patrimonial por las inversiones que se han realizado para construir Transmilenio en la Carrera Séptima.
La idea del organismo de control es determinar las implicaciones que tendrían los gastos cercanos a los diez mil millones de pesos, teniendo en cuenta que el proyecto ya no se va a realizar sino el tranvía. "Hoy se inicia una auditoría sobre estos nuevos aspectos", indicó.
En este mismo sentido, el concejal del Partido Verde, Antonio Sanguino, reiteró que es inevitable un daño patrimonial cercano a los 20 mil millones de pesos por la decisión de no construir Transmilenio en la Carrera Séptima.
Según las cuentas del Concejal, 10 mil millones de pesos se invirtieron en estudios durante la administración de Luis Eduardo Garzón y una cantidad similar que invirtió el contratista encargado de la obra.