El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, lanzó un mensaje tranquilizador asegurando que el millonario rescate de Bankia no impactará en el déficit público, no agravará las dificultades del país para financiarse ni provocará un rescate internacional del sector.
En una rueda de prensa en Madrid, Rajoy, que desde su investidura en diciembre comparece poco ante los medios, se esforzó por calmar a los inversores y pidió una acción europea para disipar las dudas sobre el euro, en un momento en que España se encuentra bajo una fuerte presión de los mercados.
"Hay dudas importantes sobre la zona euro y eso hace que la prima de riesgo de algunos países esté muy elevada, por eso sería muy importante un llamamiento claro sobre la irreversibilidad del euro", afirmó, después que el sobrecoste que debe pagar España para financiarse a diez años en comparación con Alemania alcanzara un nuevo nivel histórico de 509 puntos.
"Con una prima de riesgo de 500 puntos básicos, es muy difícil financiarse", admitió Rajoy. Pero en ese aumento "no creo que influya para nada" los 23.500 millones de euros que el Estado debe inyectar para rescatar a Bankia, aseguró.
En cuanto al sector bancario español, foco de todas las inquietudes del mercado, Rajoy aseguró que "no va a haber ningún rescate de la banca española".
Horas antes el diario conservador El Mundo había informado que Madrid podría pedir ayuda al fondo de rescate europeo para inyectar 30.000 millones de euros en el sector, además de la suma requerida por Bankia.
La ayuda a Bankia tampoco tendrá un impacto sobre el déficit de este año, en el que Madrid se fijó un objetivo del 5,3% del PIB, importante reducción respecto al 8,9% registrado en 2011.
"Esto no influye en el déficit para nada", afirmó Rajoy.
No se quiso definir sin embargo sobre su impacto en la deuda. "No hagamos elucubraciones" ya que aún "no está tomada la decisión sobre cuál va a ser el procedimiento", afirmó después de que algunos analistas considerasen que el rescate de Bankia disparará la deuda española más allá del 79,8% del PIB previsto por Madrid para finales de 2012.