Si tiene la opción de perder peso rápidamente o despacio, seguramente la mayoría de personas pueden optar por una solución fácil. Y es entendible. Una vez que se ha decidido deshacerse del exceso de grasa, quiere que desaparezca, y mientras más rápido, mejor. Pero perder peso rápidamente reduciendo de forma drástica la cantidad de calorías que consume puede tener un precio.

Parte del problema al reducir demasiado la cantidad de calorías es que es muy difícil continuar haciéndolo por un periodo de tiempo largo. Entonces la persona termina rindiéndose y volviendo al mismo lugar donde empezó. Eso la deja frustrada y creyendo que “no puede perder peso”.

La velocidad con la que se pierde peso es una de las mejores formas de medir si se está reduciendo demasiado la ingesta de calorías. Por lo general, una pérdida promedio de 0.5 a 1 kilo por semana es sano. Durante la primera o segunda semana de dieta puede que pierda un poquito más, es normal, y por lo general se debe a la pérdida de líquido. Pero si está perdiendo más de 1 kilo por semana, de forma constante, puede que esté reduciendo demasiado el consumo de calorías.

Para poder perder peso de manera segura necesita crear un déficit de 500 calorías por día (para perder una libra por semana) hasta 1000 calorías por día (para perder dos libras). Esto se puede lograr reduciendo el  consumo de calorías, en conjunto con un aumento de la cantidad de calorías que quema por medio del ejercicio. Por ejemplo, si reduces 300 calorías al día del  consumo usual y quema 200 Cclorías extra al aumentar la actividad física, va a crear un déficit de 500 calorías al día, y debería perder una libra por semana.

Para poder consumir las calorías necesarias e incorporar los alimentos que el cuerpo necesita no debe reducir la ingesta de calorías a menos de 1500 diarias, de otra forma es muy difícil logar obtener los nutrientes necesarios. Si no puedes reducir su cantidad de calorías sin caer por debajo de la ingesta de 1500 diarias, entonces deberá aumentar la actividad física, y aceptar que lograr la meta demorará más tiempo.

6 razones para no reducir drásticamente la ingesta de calorías:

*  Puede ser difícil obtener los nutrientes necesarios. Cuando reduce el consumo de calorías, cada caloría que consume debe tener los nutrientes que el cuerpo necesita. Debe obtener la cantidad necesaria de vitaminas, minerales, carbohidratos, proteína y grasas saludables, y eso puede ser difícil si no consume la cantidad suficiente de calorías.

* Puede que le dé demasiada hambre. No debería sufrir de hambre cuando está tratando de perder peso, pero usualmente esto ocurre porque no está consumiendo la cantidad de calorías necesarias. Y al tener demasiada hambre es más factible que caiga en la tentación de comer.

* Su energía física puede sufrir. Es importante que dé a los músculos la energía necesaria. Al reducir demasiado el  consumo de calorías puede que no tenga energía para hacer ejercicio, lo que es clave para ayudar a la meta de perder peso.

* Su energía mental puede sufrir. Cuando no consume la cantidad de calorías necesarias puede que su cerebro no obtenga el combustible que necesita, haciendo que se sientas cansado y desenfocado. Esto puede crear antojos de dulces y calorías innecesarias. O también puede que dependa demasiado de la cafeína para tener energía.

*  Se arriesga a perder masa muscular. Su cuerpo necesita la cantidad correcta de proteína para apoyar las funciones importantes del cuerpo, lo que incluye el desarrollo y mantenimiento de masa muscular. Cuando no consume suficientes calorías puede que la proteína que consuma sea transformada en energía, en vez de ser utilizada para otras funciones importantes en el cuerpo y pierda masa muscular.

* No podrá establecer hábitos de alimentación a largo plazo. Siempre he dicho que los hábitos de alimentación saludable y ejercicio que una persona desarrolla cuando está perdiendo peso son los mismos hábitos que le ayudarán a mantener un peso saludable una vez que alcance la meta. Reducir drásticamente la cantidad de calorías es difícil y no es un patrón de alimentación que pueda (o deba) continuar a largo plazo.

Por Susan Bowerman*

*Directora de Educación y Capacitación mundial en Nutrición, de Herbalife.