El fallecimiento el sábado en Cartagena del músico y compositor Nicolás Hernández Pacheco ha causado profunda tristeza en el mundo del folclor nacional.
Le tocó la herencia musical de su tío Toño Fernández para dirigir los Gaiteros de San Jacinto, la cuarta generación de intérpretes de la gaita y las maracas. En el 2007 vino la satisfacción por haber ganado en la edición de ese año los Grammy Latinos. Habían logrado los viejos gaiteros reconocimiento en el mundo por su trabajo. Por esa época ya tenía quebrantos de salud el maestro Hernández Pacheco. No obstante pudo estar presente para recibir los homenajes que se le tributaron en todo el país a él y a sus compañeros, todos antiguos gaiteros, por el triunfo a escala internacional.
El encargo que le dejó su tío significaba un reto que lo sorteó con facilidad; se convirtió en el líder de los genuinos gaiteros de San Jacinto. Tenía su particular manera de interpretar piezas de cumbia como La mica prieta, para deleite del auditorio. La partida de este extraordinario artista es una gran pérdida para la música nacional y mucho dolor en San Jacinto, la tierra de los gaiteros.