Víctimas y familiares de víctimas de la Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) han expresado su rechazo a la inminente liberación del antiguo líder de este grupo paramilitar, Salvatore Mancuso, por decisión de la Sala de Justicia y Paz de Bogotá.
Juan David Díaz, hijo de Eudaldo Díaz, alcalde del municipio de El Roble, Sucre, asesinado en 2003, ha recordado que Mancuso está acusado de más de 35.000 crímenes. "No estamos hablando de una persona que por accidente atropelló a alguien y le quitó la vida. Es un hombre que cometió todo tipo de crímenes como masacres y desplazamientos. Le hizo mucho daño a la ciudadanía", ha afirmado en declaraciones a la emisora W Radio.
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Díaz ha explicado que está de acuerdo con que Mancuso diga la verdad y sea gestor de paz, pero cree que "estos señores de la guerra nunca regalan nada y todo lo hacen por conveniencia". "Estoy seguro de que él no va a decir nada ni nos va a contar la verdad. Se va a burlar como lo han hecho todos estos jefes paramilitares que hoy ya se encuentran libres disfrutando las riquezas", ha añadido.
Por su parte, Álvaro Álvarez, familiar de Luis Francisco Hernández y Freddy Hernández, aseguró que, si bien "cada víctima tiene su forma de ver las cosas", él considera que la libertad de Mancuso le conviene más que el hecho de que esté en prisión. "En prisión nunca hemos podido hablar con él. Durante los 16 años que estuvo en Estados Unidos no recibimos ningún beneficio de parte de él (...). Espero que sí nos diga exactamente qué pasó con esas personas, dónde están, quién dio la orden y por qué lo hicieron", ha apuntado.
Con Mancuso en libertad espera que tengan "la oportunidad de sentarnos frente a frente y cara a cara con él, que realmente nos diga por qué lo hicieron". Sin embargo, dijo que desconoce si Mancuso está arrepentido de lo que hizo. "Creo que está dispuesto a resarcir el daño causado y eso es lo que esperamos", ha indicado.
El pasado 11 de mayo la Sala de Justicia y Paz de Bogotá remitió la orden de libertad de Mancuso a la cárcel La Picota después de que se le concediera ese beneficio.
Lo único que resta ahora para que sea efectiva la libertad del excomandante de las AUC es que se suspenda la ejecución de tres sentencias que faltan por resolver, casos en manos de jueces ordinarios y relacionados por delitos cometidos en el marco del conflicto armado.
Mancuso regresó a Colombia el pasado 27 de febrero para rendir cuentas ante las salas de Justicia y Paz creada en el marco de los acuerdos de paz suscritos con la guerrilla tras ser deportado de Estados Unidos donde cumplió condena por narcotráfico.