Llegó la boleta de libertad para Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar cuya situación legal ha sido objeto de intensos debates judiciales. El Tribunal Superior de Bogotá revocó las 57 órdenes de captura en su contra, allanando el camino para su liberación.
Sin embargo, la efectividad de este paso depende ahora de la evaluación exhaustiva que el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) está llevando a cabo para garantizar que no existan otras órdenes de detención que puedan impedir su salida de la cárcel La Picota de Bogotá.
El ministro de Justicia, Néstor Osuna, enfatizó este viernes en Cali que "Llegó la boleta de libertad al Inpec, ellos van a analizar si quedan algunas órdenes de detención por otras autoridades judiciales distintas a Justicia y Paz y ahí se resolverá", pero su realización final está condicionada a la revisión por parte del Inpec.
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Osuna, enfatizó la importancia de este proceso de verificación, resaltando la necesidad de garantizar el respeto a las decisiones judiciales y el cumplimiento de la ley. Mientras tanto, la sociedad y los diferentes sectores judiciales y políticos siguen de cerca este caso, reflejando la complejidad y sensibilidad que caracterizan los procesos de justicia transicional en Colombia.
El magistrado José Manuel Bernal Parra, responsable de otorgar este beneficio judicial a Mancuso, destacó la importancia de que el excomandante "tendrá que presentarse cada vez que sea requerido a las fiscalías de Justicia y Paz y los tribunales de Justicia y Paz, pero también ante las distintas autoridades que eventualmente lo llegaran a requerir para que se continúe con lo esencialmente de este proceso transicional".
En el contexto de la libertad de Mancuso, persisten interrogantes sobre su posible implicación en otros procesos legales y su compromiso con las instancias judiciales pertinentes. Esta situación subraya la complejidad y la cautela con la que se aborda la salida de figuras relevantes del conflicto armado en Colombia.