En la mañana del domingo 7 de enero, las autoridades de Tuluá confirmaron un atentado armado simultáneo contra seis tiendas de las cadenas D1 y Ara. Individuos a bordo de motocicletas realizaron disparos contra las fachadas de estos establecimientos, en un acto que encendió las alarmas en la ciudad.
El secretario de Gobierno de Tuluá, Martín Hincapié, informó que las ráfagas de disparos impactaron las fachadas de cuatro tiendas D1 y dos tiendas Ara. Afortunadamente, el incidente no dejó víctimas ni personas lesionadas, limitándose a daños materiales en los locales comerciales.
Las autoridades desplegaron operativos en toda la ciudad para dar con los responsables de este ataque coordinado. Se especula que el atentado podría tener conexión con represalias relacionadas con los operativos de seguridad que buscan desmantelar la banda criminal conocida como 'La Inmaculada'. Esta suposición se refuerza con un panfleto posterior al ataque, donde la mencionada banda se atribuye la responsabilidad de los disparos.
El alcalde de Tuluá, Gustavo Vélez, condenó firmemente los actos violentos, calificándolos como "actos de terrorismo" destinados a infundir miedo en la comunidad. El secretario de gobierno, Martín Hincapié, enfatizó que las acciones delictivas podrían ser una respuesta a la presión ejercida por las autoridades en la desarticulación de bandas criminales en la región.
Los entes de control están revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad de cada tienda afectada para identificar a los responsables y determinar el tipo de armas utilizadas en el ataque. El coronel Giovanni Cristancho, Comandante del Departamento de Policía Valle, informó que se está desplegando un grupo especial de inteligencia judicial para recopilar pruebas y analizar videos.
Estos hechos se enmarcan en una serie de amenazas dirigidas al alcalde Gustavo Vélez por parte de la banda criminal 'La Inmaculada'. Las autoridades, en colaboración con la Fuerza Pública, redoblan esfuerzos para garantizar la seguridad y tranquilidad en Tuluá.