En un conversatorio sobre la Región Metropolitana de la Sabana que convocó a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López; al gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, y al gerente del área metropolitana de Barcelona, Ramón Torra I Xicoy, se analizó este proyecto de integración.
A nivel mundial, se estima que las áreas metropolitanas concentran alrededor de 1,6 billones de personas, y para el 2030 se estima que habrá 600 millones más a las estimaciones actuales.
La conformación de la Región Metropolitana de la Sabana no es un asunto menor, puesto que ella reúne a 11 millones de habitantes, el 22% de la población colombiana (de la cual el 25% corresponde a personas ocupadas laboralmente a nivel nacional) y representa el 31,6% del PIB del país.
Comenzando por especificar que este proyecto apunta a la descentralización y está basado en el principio de que todos los municipios que harán parte del mismo serán tratados por igual, y de ahí a que esté concebida no como área sino como región metropolitana, la Alcaldesa se refirió a cinco metas específicas.
Integración regional
En una primera medida se refirió a la necesidad de garantizar que se construya alrededor de la estructura ecológica principal, y que ello priorice el cuidado del agua. En una segunda medida, esta integración terminará de garantizar y de pulir los mecanismos mediante los cuales se provee de alimentos a Bogotá, pues Cundinamarca abastece casi la mitad de la comida que consume la Capital. “Lo que necesitamos es que se la provea de una manera justa”, precisó la Mandataria.
La tercera meta que perseguirá esta integración es la de tener una movilidad limpia y sostenible, “a través de una red férrea que dejamos botada hace 100 años, para que nos conecte a través de energía eléctrica y movilidad limpia. Es que, esta integración mejorará temas concretos de la calidad de vida de los ciudadanos como la movilidad, puesto que dos millones de Cundinamarqueses entran a Bogotá”.
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Así mismo, con esta integración se fomentará el trabajo y la innovación regional pues, pese a su desconexión, esta región produce el tercio de la riqueza de Colombia. “Así no solamente vamos a producir más riqueza sino mejor riqueza, y para eso necesitamos incentivos fiscales comunes y normas que faciliten la atracción de inversión extranjera”.
Frente a estos puntos en los que coincidió el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, el mandatario se refirió a dos frentes adicionales: el turismo y la disposición final de residuos.
Adicionalmente, más allá de las metas concretas que persigue este proyecto de integración, la Alcaldesa se refirió a la deuda histórica que saneará él éxito de este proyecto, pues si bien hay dolor por parte del departamento hacia Bogotá, luego de que en 1954 la Capital desconociera a los municipios de Cundinamarca que se anexaron a la misma, Bogotá también tiene resentimientos que deben ser saneados.
“Esta vez crearemos una Región Metropolitana no por anexión ni sometimiento sino entre iguales. Bogotá en organismos como la CAR se siente esquilmada. A nosotros nos cogen la plata, se la mandan a unos entes independientes y los bogotanos la ponemos pero no recibimos los beneficios. Toda la plata de los peajes de entrada a Bogotá se invierten de Bogotá para afuera. Hay dolores de lado y lado y por eso no queremos anexión, pero tampoco queremos “esquilmación” al bolsillo de los bogotanos”, añadió la Alcaldesa.
A este respecto, el gobernador García refirió que Cundinamarca en efecto viene de unos antecedentes de miedo, “pero acá tenemos una feliz ocasión en la que no solo coincidimos en tareas a favor de la región, sino que entendemos que esto debe funcionar más allá de los mandatos de turno. Aquí deben quedar listas las bases sólidas”, precisó García, quien dijo que en el marco de esta integración, que incluye a la Gobernación (lo que no ocurre con las áreas metropolitanas), esta será la garante del 97% de la ruralidad de Cundinamarca.
Gobernanza y participación
Ahora, para reforzar ese principio que indica que no habrá una anexión y un sometimiento por parte de Bogotá a los municipios de Cundinamarca, la Alcaldesa aclaró que serán los ciudadanos de cada municipio, a través de sus consejos municipales, los que van a determinar si ingresan y cómo lo harán.
A este respecto, el gobernador de Cundinamarca dijo que, de acuerdo con él la asamblea es la que debería pedir el ingreso de Cundinamarca y en el caso del Distrito, el Consejo de Bogotá. En su opinión, estas entidades deberían autorizar a cada alcalde a entrar a ser parte de esta región, “pero esto es parte de la ley que estamos construyendo”, precisó el Gobernador.
Por último, una de las recomendaciones más ajustadas a la realidad del proceso de integración que se está llevando acá, que dio el Gerente del área metropolitana de Barcelona, Ramón Torra I Xicoy, es que más que pensar en la Constitución en si misma de esta región, una pregunta que siempre debe guiar cualquier proceso es, ¿cómo extender las calidades del centro a la periferia y dejar de tener la caracterización negativa de la periferia?
“La experiencia de Barcelona tiene características concretas muy similares a las que en este momento enfrenta la Región Metropolitana de la Sabana como un proyecto, pues tiene dimensiones muy diversas como el de la población de Barcelona, que tiene 1.600.000 habitantes y otros que no llegan a los 5.000 habitantes, además de una geografía muy diversa”, dijo en el foro el gerente Torra.
El conversatorio también contó con la participación del presidente de Asoáreas, Libardo García, los directores de las áreas metropolitanas de Barranquilla, Bucaramanga, Valle de Aburrá, Centro Occidente, Cúcuta y Valledupar.