LA FUERZA Aérea Colombiana desplegó un avión C-130 Hércules para el traslado desde Rionegro hacia Quibdó, Chocó, de una compañía de comandos urbanos. La acción tiene como objetivo abordar los crecientes desafíos de criminalidad que han afectado la seguridad y el bienestar de los habitantes de esa ciudad.
Se trata de una acción enmarcada en el esfuerzo de las Fuerzas Militares por fortalecer la presencia institucional en la zona.
De acuerdo con las autoridades, el despliegue contó con 160 efectivos del Batallón de Fuerzas Especiales Antiterroristas Urbanas N° 7, así como del Gaula Militar y la Infantería de Marina. “Todos comprometidos con la protección y la seguridad de la comunidad”, aseguró el Comando General de las Fuerzas Militares, a través de un comunicado de prensa.
Además, destacó que esta operación especial tiene como meta “apoyar y fortalecer la estrategia de seguridad diseñada para atacar y debilitar a las diferentes estructuras criminales y delincuenciales que transgreden esta región del Pacifico colombiano”.
Estos uniformados cuentan con un entrenamiento especial y diferencial, que les permite tener habilidades y capacidades para desplegar operaciones en ambientes urbanos o fluviales, así como en espacios reducidos para atacar y neutralizar a integrantes de grupos ilegales y de esta manera salvaguardar la integridad de la población civil.
Además, destacó que “estas unidades élites de las Fuerzas Militares tienen como objetivo principal contrarrestar cualquier acción terrorista o delincuencial en el casco urbano de Quibdó y servir de apoyo en operaciones contra los grupos al margen de la ley”
Dentro de las especialidades que poseen las Fuerzas Especiales Antiterroristas Urbanas que llegan a Quibdó, están la de tiro de reacción y precisión a distancias cortas, combate cercano y urbano, soga rápida y rapel, para el desarrollo de operaciones helicoportadas, así como antisecuestro y antiextorsión, operaciones fluviales, derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario, antiexplosivos y una serie de capacidades que serán fundamentales para adelantar esfuerzos en pro de la seguridad y el bienestar de los pobladores de la capital del Chocó.
Apoyos
Según las Fuerzas Militares, este selecto grupo de uniformados será apoyado por el Gaula Militar que, con sus capacidades antiextorsión y antisecuestro, sumado a la disponibilidad del componente de Policía Judicial, apoyará las diferentes acciones que se realicen en contra de grupos ilegales como Los Mexicanos, Locos Yam, RPS y Los Zetas, algunos de ellos con influencia de grupos armados organizados como el Clan del Golfo y el Eln.
Adicionalmente, un componente fluvial especial de la Infantería de Marina de la Armada de Colombia reforzará sus operaciones en el río Atrato, que atraviesa la ciudad, con el objetivo de mantener un control permanente sobre este afluente y evitar que sea empleado por organizaciones criminales para adelantar su accionar delictivo.
Estos esfuerzos operacionales de las Fuerzas Militares se adelantarán de manera coordinada e interinstitucional con la Policía Nacional, la Alcaldía de Quibdó, la Gobernación del Chocó y la Fiscalía General de la Nación, y servirá para combatir además las economías ilícitas como el microtráfico, la extorsión, la explotación ilícita de yacimientos mineros y otros delitos como el hurto y el homicidio.
Este despliegue se da luego de un paro armado en Chocó por parte del Eln, que terminó hace poco menos de un mes.
Desde su inicio el domingo 11 de agosto, cerca de 45.000 personas de ese departamento se encontraban confinadas y viviendo en completa zozobra, según las recientes denuncias hechas por la Defensoría del Pueblo.