Fuerza Pública prioriza 10 zonas para golpear a grupos irregulares | El Nuevo Siglo
NUEVAS ESTRATEGIAS han sido diseñadas por las Fuerzas Militares para combatir a los grupos armados al margen de la ley.
Foto: cortesía Ejército
Domingo, 22 de Noviembre de 2020
Eduardo Carrillo

Por Eduardo Carrillo

Especial para EL NUEVO SIGLO

Ante el creciente fortalecimiento de las disidencias de las Farc y demás grupos armados al margen de la Ley en el país, las Fuerzas Militares en coordinación con la Fiscalía y la Policía, establecieron un plan de campaña tendiente a priorizar zonas del país con el fin de golpearlos tanto en la captura o abatimiento de sus integrantes, como en sus finanzas.

Fuentes oficiales militares revelaron a EL NUEVO SIGLO que ante la nueva realidad en Colombia, el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, han fortalecido sus capacidades institucionales con el fin de mitigar, proteger y responder ante los riesgos, amenazas y delitos que ocurren en el dominio marítimo y fluvial, que afecten las condiciones de seguridad y protección de las personas, bienes, activos y el medio ambiente.

De acuerdo con los servicios de inteligencia, los grupos residuales de las Farc y el Eln, fortalecen la llamada guerra asimétrica y la conocida como de cuarta generación. Es decir, emplear todos los conocimientos adquiridos, tácticas y estrategias contra el Estado con características distintas y además contando con la tecnología como una de sus armas.



Dicen las agencias de seguridad que “se encontró información sobre las ‘uniones solidarias’ de células furtivas del Partido Comunista Clandestino, PCC, que se organizan en áreas de influencia de las Farc con procesos de adoctrinamiento, reclutamiento y formación política y militar. También han adquirido en el mercado negro armas cortas, largas y explosivos.

Frente a este panorama precisan altos oficiales en conversación con EL NUEVO SIGLO que “en el plan de campaña conjunto y en coordinación con la Fiscalía y la Policía se busca atacar a los grupos residuales de las Farc, al Eln, al Epl, al Clan del Golfo, a Los Caparros y de delincuencia organizada en la neutralización de sus  finanzas, el despliegue criminal territorial, sus componentes armados y sus redes de apoyo”.

Explicaron que se pretende pasar del “control militar del territorio al control institucional del territorio, efectuado a través de la priorización de 10 zonas de atención preferente, las cuales contienen 104 municipios con problemáticas de muy alta complejidad de tipo armada, social, económica y de medio ambiente. Además, se cuenta también con la priorización de 373 veredas afectadas por estos mismos factores y 5 regiones estipuladas como las zonas estratégicas de intervención integral, conocidas como zonas futuro”.

Afirman que este Plan Estratégico Militar avanza a través de un esfuerzo conjunto de los planes de campaña de cada una de las fuerzas con el propósito de coadyuvar al logro principal de la Política de Seguridad y Defensa, para “generar condiciones de seguridad y convivencia que preserven y potencialicen los intereses nacionales, la independencia, soberanía e integridad del Estado, al tiempo que se restablezcan la legalidad, promuevan el emprendimiento, el desarrollo económico y sirvan para construir una sociedad con equidad y reconocimiento pleno de los derechos humanos”.

Señalan que “para el enfrentamiento a la nueva realidad se busca atacar a cada una de estas organizaciones en su conjunto por parte de los componentes militares que se mantienen desplegados sobre aquellas áreas de mayor asentamiento del accionar criminal con base al concepto de ‘micro focalización’ en el marco de una estrategia regional, la cual cambia de acuerdo con las condiciones topográficas, poblacionales, económicas y el comportamiento de la amenaza”.



Conocimiento

Indican que “se avanza a partir de un conocimiento actualizado sobre las nuevas facetas de la amenaza, sus fortalezas y sus debilidades, lo cual ha permitido pasar de una fase de asimilación de la nueva realidad colombiana, a una de despliegue estratégico focalizado, con importantes resultados en la neutralización de cabecillas y de elementos de base; capturas, destrucción de campamentos, de cultivos de hoja de coca y marihuana; laboratorios y cocinas; neutralización de maquinaria de explotación ilegal de yacimientos de oro”.

De otro lado “actualmente las Fuerzas Militares trabajan en coordinación con otras instituciones y agencias de inteligencia para reducir las amenazas tradicionales: evitar un mayor crecimiento de integrantes y en cantidad de estructuras armadas de los grupos residuales de las Farc, del Eln y bandas criminales al servicio del narcotráfico; contrarrestar la posición en el territorio de estos grupos ilegales mediante el control institucional en un esfuerzo para paralizar o evitar su articulación estratégica nacional”, manifiestan.

También “estamos trabajando para lograr una mayor afectación a las fuentes de financiación de estos grupos ilegales como: narcotráfico y explotación ilícita de yacimientos mineros; desafíos para reducir las amenazas por narcotráfico; reducción significativa de los cultivos de coca, especialmente en el Catatumbo y la Costa Pacífica, en Nariño, Cauca, Valle del Cauca y Chocó”.

Precisan que “las Fuerzas Militares, en un trabajo de cooperación efectiva con las autoridades competentes, buscan la desarticulación de las principales redes del narcotráfico que actúan en los territorios y la captura de sus principales ‘capos’ en Colombia, especialmente aquellos que tienen a sus servicios al Clan del Golfo y grupos residuales”.

Transformación

De otra parte, explicaron que “las Brigadas Móviles se suprimieron en 2017 para transformarse en Batallones de Operaciones Terrestres con el fin de obtener unidades fortalecidas en sus efectivos y en el mando y control; permitir ser más eficaces en el campo operacional y administrativo; nuevos retos operacionales en las regiones, para apoyar los procesos de consolidación en cada uno de los territorios; buscar un Ejército moderno, interoperable y multimisión; modernización de los procesos y procedimientos de la Fuerza”.

Insisten en que “esta transformación no implicó disminución de efectivos, ni debilitamiento en el dispositivo en cada región, por el contrario, se obtuvieron unidades más fortalecidas para conducir operaciones terrestres sostenidas con el objetivo de destruir una amenaza, proteger a la población y activos críticos para evitar que el enemigo gane una posición de ventaja y contribuir al control institucional del territorio. Estas unidades se encuentran en las 10 Áreas de Atención Primaria, definidas en la campaña militar vigente en desarrollo de operaciones ofensivas contra los diferentes factores de inestabilidad”.

Agregan que “las Fuerzas Militares, en especial el Ejército Nacional, viene trabajando en una transformación y pretende una fuerza militar para la paz, más adecuada,  más efectiva y sostenible, de tal forma que se garanticen sus capacidades para actuar contundentemente ante - las disidencias que surgieron del proceso, el ataque frontal a quienes no se acogieron a la negociación -,y mantener la lucha por convicción contra los grupos armados organizados, delincuencia organizada transnacional, sus economías ilícitas y finanzas ilegales con especial énfasis en el narcotráfico buscando la disrupción de la cadena criminal de este fenómeno”.