El líder de la exguerrilla FARC, Rodrigo Londoño, pidió este sábado al presidente de Colombia mantener diálogos de paz con los rebeldes del ELN, acusados de atentar con un coche bomba contra una academia de policía en Bogotá.
En una carta difundida en redes sociales, Londoño advirtió que la decisión del presidente Iván Duque, quien puso fin el viernes al moribundo proceso de paz con el ELN, multiplicaría los actos de terror, como el atentado del pasado jueves que dejó un saldo de 21 muertos y 68 heridos.
"Evitémosle eso a Colombia, a sus hijos, a sus madres y padres. No precipite usted la guerra total", escribió el dirigente del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), surgido de los acuerdos de paz firmados con la exguerrilla marxista en noviembre de 2016.
Más temprano el sábado, Duque volvió a pedir a Cuba que entregue a los negociadores del ELN presentes en su territorio desde que iniciaron conversaciones de paz con el exmandatario Juan Manuel Santos en 2017.
Anfitrión y garante de las frustradas negociaciones de paz, el gobierno de La Habana aseguró por su parte que cumpliría con los compromisos fijados en caso de ruptura de las conversaciones que pretendían acabar con un alzamiento armado de más de medio siglo.
En la misiva pública, Londoño también exigió esfuerzos del ELN, que debe "dar muestras de su voluntad de paz".
"El secuestro y el terror no tienen cabida hoy. Tampoco el terror de Estado. Ni los crímenes de líderes y reincorporados", insistió.
De momento, el guevarista Ejército de Liberación Nacional (ELN) no se ha pronunciado sobre el ataque que le adjudican ni la decisión de Duque.
El fin de los secuestros y de toda "actividad criminal" por parte del ELN ha sido la condición impuesta por el mandatario derechista para sentarse a la mesa de negociaciones, desde que asumió el poder en agosto de 2018.
La guerrilla considera esas condiciones inaceptables, pues acordó con el gobierno Santos dialogar en la Habana en medio de la conflagración en Colombia.
La petición de Londoño se suma a la de dirigentes de izquierda como el senador Iván Cepeda, quiénes solicitan al gobierno no desistir de buscar la paz con la última guerrilla reconocida del país.