En los últimos meses se ha vuelto recurrente en Bogotá que cada vez que hay un concierto multitudinario colapse la movilidad de la ciudad. El último capítulo lo protagonizó el trancón que padeció la calle 80 durante el fin de semana, a raíz de la presentación del cantante Harry Styles en el Coliseo Live.
La Secretaría de Movilidad advirtió el domingo, alrededor de las 5:00 de la tarde, que se estaba registrando un alto aforo vehicular sobre la vía Bogotá-Siberia en el kilómetro 1,5 por la llegada de los asistentes al evento, y que por lo mismo se había presentado la afectación de un carril de la calzada, por el ascenso y descenso de pasajeros.
Aunque la alcaldesa Claudia López ha hecho, en diversas oportunidades, un llamado a los organizadores de estos eventos, a que tengan un plan de movilidad y logística para que no se afecte el tráfico, durante el fin de semana el empresario y director general del Coliseo Live, Miguel Caballero, se defendió expresando que los trancones por la calle 80 son recurrentes con o sin presentaciones.
“La 80 es una avenida por donde pasan 120 mil vehículos diarios. En un concierto se están moviendo alrededor de tres mil vehículos, menos del 3%. Quienes bajamos a diario por la calle 80 vivimos eso dos, tres o cuatro veces a la semana, así que no es justo decir que sea por los conciertos. Cuando no hay conciertos nadie dice nada”, expresó el empresario el domingo a Blu Radio.
Pero más allá de este último evento, no se trata de la primera vez que esto ocurre. En el marco del concierto de la cantante Dua Lipa ocurrió lo mismo, en esa ocasión en las inmediaciones del Parque Salitre Mágico, y hace una semana se repitió el escenario en el concierto de Bad Bunny, en las inmediaciones de El Campín.
Un problema de vías alternas
Más que determinar qué es lo que está pasando, la pregunta que realmente amerita una respuesta rápida por parte de la Administración distrital es: ¿no tiene la ciudad capital la infraestructura para sostener conciertos multitudinarios de calibre como el de los últimos shows?
De acuerdo con el profesor experto en movilidad urbana y modos de transporte masivo de la Pontificia Universidad Javeriana, Darío Hidalgo, hay una suma de falta de vías alternas, de falta de planeación por parte de los organizadores y de medidas innovadoras que involucren al transporte público para reducir el uso del vehículo particular, necesario para la mayoría para acceder a lugares como el Coliseo Live.
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“El Coliseo Live primero que todo no contempló ni en la planeación ni en la gestión, el impacto que estaría generando sobre la infraestructura vial de este tramo de la ciudad y la conectividad por la Sabana. Este es un concierto que se reubicó a este coliseo, con mucha más afluencia de la que el coliseo puede sostener. Lo que ocurrió fue producto de una planificación incompleta y sin duda los sitios de gran aglomeración deberían tener estudios de impacto de tráfico y es claro que este coliseo no lo tuvo”, comenzó por advertir a EL NUEVO SIGLO el profesor Hidalgo.
Añadió, acto seguido, que a esto se suma el atraso de años en la infraestructura de acceso a la ciudad y que se requiere no solamente en la calle 80, sino también en la calle 13, la Autopista Norte, Suba, Cota; “nuevos accesos como el que se necesita en la calle 53 a Funza, que es la continuidad de la Avenida Mutis a la Sabana y la continuidad de la Avenida La Esperanza a la Sabana. Es que Bogotá ya no es solo Bogotá. La capital es región”, añadió.
Alianza con el transporte público
Ahora, frente a la pregunta de oro, de si ¿cada vez que haya un concierto habrá caos vehicular? el profesor Hidalgo dijo que, por lo menos por ahora, “esto siempre va a pasar”. No obstante, precisó, hay posibilidades de gestionar mejor el acceso al Coliseo Live porque por su ubicación y sus condiciones la mayoría de los asistentes tienen que acceder por vehículo particular, que es lo que genera mayor congestión en cuanto a que es una alta ocupación de la vía.
“Este punto en específico del Coliseo Live debería trabajar mucho más con el sistema de transporte de la ciudad para generar una oferta más eficiente para el acceso hasta esta zona y reducir el uso del carro, y más en el marco de un fin de semana en el que se incrementa el tráfico por la llegada a Bogotá de personas de otras regiones del departamento y del país”, advirtió.
Por último, indicó que podría coordinarse el uso de buses alimentadores y paraderos con el sistema de transporte público de la ciudad para reducir el uso del carro particular, y concluyó diciendo que “Bogotá tiene espacios que no tienen tantos problemas como el Movistar Arena, El Campín, el Salitre y el Simón Bolívar, que vienen funcionando adecuadamente para atender estos espectáculos. Lo que pasa es que ahora tenemos más conciertos y más congestión”, concluyó.