Durante las audiencias judiciales que han capturado la atención de la opinión pública, Julián Quintero Agudelo, en un acto de valentía o desesperación, admitió su responsabilidad en los terribles sucesos que acabaron con la vida del productor musical Dr. Velásquez y su compañera sentimental.
De acuerdo con las declaraciones proporcionadas por el delegado de la Fiscalía, Andrés Franco, la noche del crimen se inició con un momento banal de consumo de aguardiente entre Quintero y el Dr. Velásquez. Sin embargo, la atmósfera se enrareció cuando la conversación tocó un tema sensible relacionado con la madre del acusado.
"Ya nos íbamos a dormir y Daniel me preguntó que si había algo de tomar (...) nos pusimos a tomar juntos aguardiente. Hubo un momento en que Daniel paró y me dijo que debíamos hablar de otra cosa", relató Quintero durante su testimonio.
La discusión escaló rápidamente cuando el Dr. Velásquez hizo comentarios despectivos sobre la madre de Quintero, desencadenando la ira del acusado. "Tras los reclamos del mayordomo por las palabras de Daniel hacia su madre, según el testimonio, 'ahí fue cuando yo estallé (...) cogí la pistola y le disparé a Daniel. Yo ya estaba enceguecido de la ira y con tragos'", detalló el fiscal a cargo del caso.
Este acto impulsivo y violento fue seguido por otro disparo dirigido a la pareja del Dr. Velásquez, Sofía Riascos, confirmando la brutalidad de un crimen que ha conmocionado a la sociedad.
Después de los homicidios, Quintero intentó encubrir su crimen, contactando al vigilante del conjunto habitacional para desviar la atención.
Sin embargo, las pruebas reunidas por las autoridades han revelado la verdadera secuencia de eventos, colocando al mayordomo en el centro de un caso que no solo habla de violencia, sino también de una intrincada red de relaciones familiares y emociones descontroladas.