Un reciente documento de advertencia de la Defensoría del Pueblo revela que 22 de los 32 departamentos del país presentan una delicada situación relacionada con la disposición final de residuos sólidos, toda vez que a los rellenos sanitarios les queda poca vida útil y en algunos municipios la actividad de disposición se realiza en botaderos a cielo abierto, lo cual deriva en una grave problemática medioambiental generadora de afectaciones a las comunidades circundantes.
En el informe defensorial se presenta una visión general sobre el agotamiento de vida útil de los sitios de disposición final autorizados y la grave situación que representan los botaderos a cielo abierto, situación especialmente crítica en los departamentos de Antioquia, Bolívar, Cauca, Cesar, Norte de Santander, Putumayo, Tolima, Arauca, Valle del Cauca y Vichada.
De los 262 sitios de disposición final en Colombia, 24 tienen vida útil vencida; 46, una vida útil de 0 a 3 años, y 22, una vida útil de 3 a 5 años. De no tomarse las medidas apropiadas, lo que está ocurriendo puede amenazar el derecho al goce de un ambiente sano, el acceso a una infraestructura de servicios que garantice la salubridad pública, el acceso a servicios públicos y, por supuesto, su prestación oportuna y eficiente, la existencia del equilibrio ecológico, el manejo y aprovechamiento racional de los recursos naturales, entre otros.
En Antioquia, por ejemplo, la problemática es alarmante debido a que 14 sitios tienen vida útil vencida, 19 cuentan con vida útil de 0 a 3 años y 8, vida útil de 3 a 5 años. Además, otros departamentos también enfrentan el agotamiento de la vida útil en dos o más municipios, como Bolívar (3), Cauca (2), Cesar (3), Norte de Santander (2), Putumayo (3), Tolima (4), Arauca (3), Valle del Cauca (3) y Vichada (1).
La gravedad del actual panorama se intensifica al analizar las cifras de las toneladas anuales de residuos dispuestas en los sitios de disposición final. El 4.23% del total de las toneladas es depositado en sitios con vida útil vencida; el 33.5%, en sitios con una vida útil de 0 a 3 años. En otras palabras, más de un tercio de las toneladas anuales es llevado a sitios de disposición cuya vida útil está próxima a vencer.
El documento también da cuenta de la existencia de 79 botaderos a cielo abierto, los cuales representan una forma insegura de gestionar los residuos sólidos, pues carecen de medidas adecuadas de control y manejo ambiental, lo que puede repercutir en la contaminación del suelo, agua y aire. Por ende, representan un riesgo para la salud de las comunidades.
Tal situación es crítica en Chocó y Bolívar. En el primero se han reportado 25 botaderos (aproximadamente, el 31.65% del total) y en el segundo se han identificado 17 sitios (equivalentes al 21.52% del total registrado).
Nariño, entre tanto, registra 7 botaderos a cielo abierto; Magdalena y Cauca, 5 cada uno; Sucre, Putumayo y Meta, 3 botaderos cada uno; Vaupés y Antioquia, 2 cada uno, y Amazonas, Caquetá, Guainía, Guaviare, La Guajira, Santander y Tolima, 1 cada uno.
Llama la atención el incumplimiento de la normativa, pues los sitios no autorizados deberían cerrarse o, en su defecto, ser adecuados a una alternativa técnica que cuente con los debidos permisos ambientales.
Adicionalmente, hay pocos avances en materia de aprovechamiento en el marco del servicio público de aseo, pues de acuerdo con datos reportados en el último informe sectorial de aprovechamiento publicado por la Superintendencia Servicios Públicos Domiciliarios, que son analizados en el documento defensorial, se evidencia que de los 232 operadores que registran, el 78.02% de los municipios tiene una tasa de aprovechamiento de entre el 0 y el 10%, el 16.38% de los municipios reporta una tasa de entre el 10 y el 20% y el 4.31%, de entre el 20 y el 30%.