Con la visita mensual de grandes científicos a los colegios de Chía, Cota y Funza, se quiere mostrar una nueva forma de enseñanza en la región. EL NUEVO SIGLO habló con el famoso astrónomo Seth Shostak, encargado de abrir el ciclo de formación.
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¿Si no es posible llevar 400 niños a la Nasa, por qué no la traemos más bien a Chía? Esa fue la pregunta que dio vueltas en la cabeza de la maestra y directora del colegio Liceo Lunita, Elizabeth Barrera, y la que se convirtió en esa primera puntada de un proyecto pionero en Colombia: el primer corredor científico de la Sabana.
Esto después de que su hijo le contara hace unos años, un tanto cabizbajo, que quería ser científico pero que sabía que no lo lograría porque era demasiado costoso. Ahí inició todo.
Desde sus aulas, fuera de todo protocolo, comenzó a inspirar a niños y jóvenes para que se pusieran las pilas, agarraran los cuadernos y los celulares para crear su propio conocimiento. Pero el solo enseñar cosas distintas, en un esquema nada ortodoxo no iba a generar un cambio. Se puso manos a la obra y con una brigada de “locos como ella” preparó a sus chicos para una aventura por el mundo con un solo objetivo: saciar la sed de aprender.
En ese corre-corre por llevar a los más pequeños de nuevas experiencias ha llegado a Canadá, Turquía, China, Europa y dos veces a la Nasa.
Pero por más gallardía, es casi imposible llevar los 400 estudiantes a los grandes centros de pensamiento, así que optó por hacer un sin fin de maromas para traer las mentes brillantes al país.
Así que se coordinó con el Instituto de de Astrobiología de Colombia, las Secretarías de Educación de Chía, Cota y Funza para multiplicar su pedagogía en las instituciones estatales, abriendo espacios nuevos en robótica, astronomía y otras ramas de la ciencia pero de la mano de los mejores del mundo.
El primero de ellos, Seth Shostak, el destacado astrónomo norteamericano merecedor del Premio Klumpke-Roberts de la Sociedad Astronómica del Pacífico y asesor científico de la película ‘El día en que la Tierra se detuvo’.
Actualmente se encuentra en Colombia para dar una serie de clases magistrales a los estudiantes de dichos municipios. Allí este Diario tuvo la oportunidad de conversar con él y sobre el desarrollo del conocimiento en los más jóvenes, teniendo en cuenta las precariedades en tecnología.
“Una sola palabra: educación. Ustedes tienen 48 millones de personas. es decir, muchas posibilidades de tener científicos. No hay secreto, solo entrena a las personas, tienes que invitarlos a conferencias, darles trabajo, oportunidades, así que no hay nada oculto”, señaló Shostak.
Insistió además en que no importa el no tener la misma tecnología que otros países, en realidad lo que importa es empezar el camino puesto que las herramientas ya están sobre la mesa. “Este colegio (Liceo Lunita) es mejor que todos los que visto en California. Así que sí se puede”, comentó.
“Vayan a las librerías, eso es lo que deben hacer. Hablen con sus maestros, busquen en Internet. Hay un millón de caminos para aprender más sobre astronomía. Así que solo háganlo”. explicó.
¿Qué hay allá afuera?
En su visita al municipio de Cota reiteró que a la fecha no hay pruebas contundentes de que existan ovnis en el espacio exterior, pese a que la ciencia no ha despegado el ojo del telescopio y que su instinto aún lo haga creer lo contrario.
“Es como la historia de Cristóbal Colón. En esa época se sentaban a hablar en un bar, quizá con una cerveza en la mano, sobre la posibilidad de un nuevo mundo. Se aventuraron y después de mucho tiempo lo encontraron. Quizá eso pueda suceder con los ovnis, si se sigue buscando, quizá un día los encontremos”, dijo.
Lo que sigue
La visita de Shostak es la primera que está agendada en el calendario académico, más sin embargo no es la única. Cada mes un reconocido maestro o científico del extranjero recorrerá estos municipios (y los que se unan a la iniciativa) para dictar clases en distintos niveles educativos con el propósito de despertar la curiosidad por la ciencia.
Además, la Alcaldía de Cota tiene destinado un monto especial para que los dos mejores icfes del municipio puedan emprender una visita a la Nasa a finales de este año.
Por otra parte, Elizabeth Barrera comentó que municipios como Zipaquirá, Gachanzipá y Tocancipá están interesados en llevar a sus colegios este modelo pedagógico, aunque su propósito es llevarlo a todos los rincones del departamento de Cundinamarca.
“A los cuatro años cuando los niños comienzan a preguntar sobre la Luna, las estrellas, los dinosaurios, ¿qué hacemos los profesores?, los cortamos porque los queremos juiciosos, sentados y cuadriculados (...) Maestros, no repitan lo que no les gustó cuando eran estudiantes”, le dijo Barrera a EL NUEVO SIGLO en entrevista durante la consolidación de ese corredor científico.