Colombia puede convertirse en un ejemplo de atención a las víctimas de la violencia sexual durante conflictos armados, donde es usada como arma de guerra, dijo este viernes el Nobel de la Paz 2018, Denis Mukwege.
"Colombia podría ser un ejemplo para muchos países de cómo resolver la crisis de violencia, donde la violencia sexual ha sido ampliamente usada en el conflicto", afirmó en una rueda de prensa en Bogotá.
Mukwege, de 64 años, aseguró que una forma adecuada de hacerlo es implementando el acuerdo de paz firmado por el gobierno y la otrora guerrilla comunista FARC en 2016.
"Han hecho un progreso enorme y hoy la gran necesidad es poner en marcha los acuerdos de paz de La Habana, y pienso que están en la buena vía", afirmó.
Especializado en operar mujeres víctimas de violencia sexual, Mukwege aseguró que la atención de los afectados debe ser prioridad para las sociedades que han vivido conflagraciones, pero que luego se debe atender a los agresores para evitar reincidencias.
"Es importante saber que no significa que trabajar y reparar a los victimarios sea perdonarles los actos, ellos tienen que pagar por lo que hicieron", agregó.
El Nobel aterrizó el miércoles en Colombia, de donde partirá el sábado, invitado por colectivos de mujeres víctimas de violencia sexual y por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), surgida del pacto con las FARC para juzgar los peores crímenes cometidos durante los enfrentamientos.
El acuerdo que dio origen a la JEP prevé otorgar penas alternativas a la cárcel a quienes confiesen sus crímenes, indemnicen a las víctimas y se comprometan a nunca más ejercer la violencia, sean guerrilleros o militares.
Aunque aliviada por el desarme de las FARC, Colombia vive un conflicto armado que durante medio siglo ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, narcos y agentes estatales, con un saldo de ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados.
Al menos 24.000 personas fueron víctimas de delitos sexuales durante la guerra, según la estatal Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas.
En Colombia, la violencia sexual ha sido utilizada como arma de guerra por grupos paramilitares, guerrillas y en menor medida agentes del Estado, según un informe del estatal Centro Nacional de Memoria Histórica.
El presidente Iván Duque, que asumió el poder hace un año con la promesa de reformar el acuerdo por considerarlo blando con los rebeldes, ha sido acusado por los exguerrilleros y la oposición de incumplimientos al histórico pacto.