Hasta ahora en Bogotá no se había determinado por localidad el porcentaje de los hogares cuyos ingresos no permiten cubrir los requerimientos básicos de alimentación, servicios, vivienda y educación, ya que los censos y encuestas que se realizan sobre este tema no cubren cada rincón de la ciudad. Una investigación de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), le puso la lupa al tema con un novedoso método estadístico, que estimó que el porcentaje de este indicador para Usme es del 23 %, en Santa Fe del 22 % y en Ciudad Bolívar del 18 %.
Uno de los objetivos de los Gobiernos y de Naciones Unidas es calcular la pobreza, y para 2030 se estimaba que debería haber una disminución significativa de este fenómeno que afecta 712 millones de personas en el mundo.
En Colombia, aunque cifras del DANE muestran que la pobreza monetaria bajó, aún hay imprecisiones en las mediciones que hacen difícil saber qué ocurre en regiones apartadas o en las localidades y barrios de una ciudad. Por eso el investigador Eduard Fabián Rodríguez Malpica, magíster en Estadística de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), revisó la “letra pequeña” de este problema, en el que evaluó datos como, por ejemplo los de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) 2018.
Aunque para ese momento se estimó que la pobreza monetaria en las ciudades principales, entre ellas Bogotá, fue del 12,4 %, pero para identificar lo que ocurre en las localidades no tiene suficientes datos, algo que también ocurre en departamentos como Vichada o Guaviare, donde es difícil aplicar la medición con precisión.
Y no es de extrañar, pues el costo operativo y de personal para realizar este proceso es alto, pero la estadística ofrece una receta para que esto deje de ser así, y todo gracias al método de estimación de áreas pequeñas, una técnica que tiene en cuenta, como su nombre lo dice, regiones o territorios de una menor proporción y que no cuentan con los datos suficientes para tener el porcentaje preciso de alguna variable, en este caso la pobreza.
“Esta técnica utiliza información auxiliar o complementaria para ayudar a estimar lo que ocurre en cada localidad; en la investigación utilizamos lo que ocurría en violencia intrafamiliar y desnutrición infantil en estos lugares, que en estudios pasados se ha asociado con un mayor riesgo de pobreza, y que en las encuestas no se relaciona de manera directa”, indica el experto Rodríguez.
Añade que “en países como España este tipo de modelos ya ha tenido éxito; de hecho, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el DANE, aunque han estado trabajando en su implementación, no han tenido en cuenta los subregistros que se presentan tanto para las denuncias de violencia intrafamiliar como para la desnutrición.
Nueva estimación de la pobreza monetaria
Utilizando el lenguaje de programación R, que se enfoca en el campo estadístico para analizar un gran flujo de datos, el magíster examinó tanto la GEIH 2018 como del Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional y el Subsistema de Vigilancia Epidemiológica de la Violencia Intrafamiliar, Maltrato Infantil y Violencia Sexual, con el fin de determinar el error de medición asociado con los subregistros, que para la variable de violencia fue cercano al 7,5 %, mientras que para la desnutrición infantil estuvo en casi el 50 %.
Estos aspectos evidencian la necesidad de considerar los subregistros de estas problemáticas al asociarlas con la pobreza monetaria; luego de tener este dato aplicó el método de estimación de áreas pequeñas, para analizar la información de las 20 localidades de Bogotá, y encontró que, si no se tiene en cuenta el error antes mencionado, los porcentajes de pobreza pueden variar hasta en más de 1 %, lo cual en estadística es una diferencia muy representativa.
Para la localidad de Usaquén el porcentaje era de 7,9 %, y con la mejora llegó a un 9 % de identificación de la pobreza monetaria; lo mismo pasó para Suba, que pasó de 10,6 a 11,5 %. En cuanto a los mayores porcentajes de pobreza monetaria, se encontró que Usme (23 %), Santa Fe (22 %), y Ciudad Bolívar (18 %) son las localidades que presentan más esta problemática, de lo cual no se tenía registro con tal detalle para la capital.
“Algo determinante es que las encuestas que se realizan no tienen representatividad en la mayoría de las localidades, por ejemplo en Sumapaz, en donde hay 1.000 hogares posibles para medir, no se encuesta a nadie; y lo mismo ocurre en La Candelaria, lugar en el que hay 8.000 viviends, pero tan solo se cubren 24”, explica el investigador Rodríguez.
Añade que “los hallazgos ayudarían a trazar mejores políticas públicas para atacar este problema, con la gestión precisa de los recursos, para mejorar las condiciones sociales, de salud, educación y de seguridad de los habitantes de estas localidades. Este es un primer paso para seguir estudiando a fondo la pobreza monetaria en Bogotá, con más variables y la opinión de expertos.