El reciente anuncio del Bloque Amazonas de las FARC ha generado alarma significativa en la comunidad, al advertir sobre una inminente guerra entre disidencias. Este bloque aseguró que un sector descompuesto, liderado por Calarcá y otros exmandos de la organización, asaltó la mesa de diálogo con el gobierno de Gustavo Petro, autoproclamándose como delegados. Este acto busca legitimar un fraccionalismo que ha estado en gestación durante años, lo que ha llevado a la desconfianza entre los negociadores del gobierno, quienes, según indican en un documento, han ignorado las advertencias sobre la ruptura de la unidad guerrillera, sugiriendo que esta estrategia ha sido influenciada por la CIA y el Comando Sur de los Estados Unidos.
"Funcionarios del alto Gobierno han sido piezas funcionales de estas movidas. Han reducido la política de Paz Total a un ejercicio de fortalecimiento del paramilitarismo y de las bandas a fines a la ultraderecha fascista y traqueta", señaló la guerrilla.
El grupo armado mencionó que en las últimas semanas, los “fraccionalistas” han atacado a las unidades guerrilleras en dos ocasiones, resultando en la muerte de cuatro integrantes, incluyendo a una combatiente desarmada, lo que ha sido calificado como un acto cobarde y paramilitar.
Ante esta escalada de violencia, el Bloque Amazonas ha decidido que ya no es posible seguir invitando a la neutralidad. "No vamos a permitir que nos sigan asesinando camaradas, es doloroso que siempre nos busquen arrinconar con la guerra, y en esas condiciones no nos queda más que el honor y el valor para enfrentarlos hasta derrotarlos, por tal razón se ha ordenado a las unidades en el área entrar en combate con cualquier fuerza que se encuentre en el avance de retoma del área", sostuvo el grupo armado.