Así planea Bogotá acoger a los migrantes de Venezuela | El Nuevo Siglo
Anadolu
Viernes, 21 de Septiembre de 2018
Agencia Anadolu

A Vilma Guzmán la llaman la 'abuela' del campamento improvisado que alberga a casi 170 migrantes venezolanos cerca al Terminal de Transporte en el occidente de Bogotá.

Camina rápidamente entre las carpas mientras organiza bultos de ropa, comida y otros objetos que diferentes empresas, iglesias y particulares les regalan. De vez en cuando se detiene para dar palabras de aliento a sus coterráneos o atender el llanto de un niño.

Con frecuencia se para al lado del 'centro de acopio' que los habitantes del campamento construyeron con palos y un plástico grueso. Allí llegan las donaciones para luego ser distribuidas de manera equitativa entre los habitantes. “La idea es que nadie se quede sin alimento”, explica ella.

Una carpa grande sirve como alacena para guardar la comida regalada de la forma más higiénica posible. Dos grandes tanques que les regalaron almacenan agua potable al lado de la zona que hace las veces de cocina. El lote que antes estaba vacío ahora lo llaman 'El bosque venezolano'.

“Es la primera vez que vengo a Bogotá y me gustó todo. Agradezco la forma en que nos han ayudado, no tanto el Gobierno porque todavía no los he conocido mucho, pero sí de parte de iglesias, empresas y personas que nos han apoyado”, dice Vilma.

Según un censo realizado por el distrito, en el campamento viven unas 168 personas, entre ellas 11 niños, pero hay una población flotante de cientos de migrantes que llegan a diario buscando ayuda y comida.

'El bosque venezolano', al lado del terminal de transportes, es solo una de las zonas de Bogotá en la que se han agrupado los más de 118.000 migrantes que han llegado a la ciudad desde Venezuela.

Según datos de la Alcaldía de Bogotá, las localidades de Santa Fe, Kennedy, Suba y Fontibón son las que albergan más venezolanos.

El distrito ha dado asistencia social a unos 2.707 migrantes y cerca de 4.000 niños y jóvenes venezolanos han sido acogidos en colegios públicos. Estas cifras dan cuenta de diversos esfuerzos que ha hecho la Alcaldía para atender a los migrantes, pero hasta ahora habían sido dispersas entre diferentes entidades del gobierno.

Como el fenómeno migratorio sigue creciendo, el distrito ideó un plan para atender las necesidades básicas de las personas que salen de Venezuela en busca de una mejor calidad de vida.

“Nunca se dimensionó la magnitud de lo que podía ser esta migración. Estamos llegando a una situación en la que se obligó al Estado colombiano y a muchas ciudades a tener una política pública que asuma con recursos y acciones concretas esta situación”, explicó a la Agencia Anadolu el secretario de Gobierno de Bogotá, Miguel Uribe Turbay.

Esta semana la Alcaldía de Bogotá expidió una circular que articula diferentes servicios distritales para atender la migración masiva que vive la ciudad. El secretario de Gobierno indicó que es la primera ciudad de Colombia que ejecuta una política pública integral en este tema.

“Empezamos a hacer caracterizaciones para saber qué tipo de personas estaban llegando a Bogotá y con qué necesidades. Eso nos ha dado luces para saber hacia dónde dirigir nuestros esfuerzos”, añadió Uribe Turbay.

La Alcaldía determinó que en octubre abrirán un centro de atención al migrante, albergues para las personas más vulnerables y un 'SuperCADE', una entidad en el terminal de transporte al occidente de la ciudad que tendrá los servicios de todas las secretarías del Distrito que pueden ayudar a los migrantes.

Una gerencia especial, dirigida por la abogada colombo-venezolana María Angélica Trujillo, coordinará todas estas estrategias para dar una buena atención. Esta atención será clave para lograr una integración exitosa de los migrantes a la ciudad, sobre todo en materia de regularización migratoria y opciones laborales.

La regularización migratoria, un tema clave en la atención

Luis Urdaneta tiene 29 años y era comerciante en Maracaibo. Cuando la situación se puso difícil decidió volver a la tierra de sus padres. Su mamá es guajira y los padres de su esposa también son colombianos.

Vive en el campamento improvisado cerca al terminal de transporte desde que llegó a Colombia hace 20 días. No ha podido iniciar el trámite de su ciudadanía porque no conoce Bogotá, no tiene dinero para moverse y debe cuidar a sus hijos de 1 y 3 años de edad.

La situación que vive Luis también la comparte Reinaldo Silva quien llegó a Bogotá hace cinco meses y trabaja vendiendo dulces en la calle para ayudar a sus siete hermanos y su hija de cinco años que aún viven en Venezuela.

Para ambos regularizar su situación es muy importante para poder conseguir un trabajo bien remunerado y suplir las necesidades de su familia.

La Alcaldía indicó que unos 43.483 venezolanos residen hoy de forma irregular en Bogotá, pero autoridades distritales admiten que hay un importante subregistro en el último censo. Es decir, podrían ser muchos más.

La irregularidad hace que los migrantes sean más vulnerables a la explotación laboral y otros problemas.

Por esta razón el secretario General de la Alcaldía, Raúl Buitrago, dijo que el SuperCADE en el terminal de transportes tendrá “organizaciones del nivel territorial del Distrito, pero también del nivel nacional que permitirán avanzar en la normalización del estatus migratorio de los venezolanos y orientarlos en servicios básicos”.

Este sería el primer paso para que los migrantes tengan más opciones laborales. Además, la Secretaría de Desarrollo Económico activó 8 rutas para ayudar a la población venezolana a conseguir empleo. Las autoridades afirman que ya han logrado formar a 323 personas, remitir a empresas a unas 416 y 20 han sido vinculados laboralmente. También hay cursos de orientación empresarial y emprendimiento.

Una lucha contra la xenofobia

El secretario de Gobierno de la capital, Miguel Uribe, explica que uno de los problemas que más han buscado evitar son las dificultades de convivencia y los casos de xenofobia.

“Otras ciudades han generado problemas de racismo y xenofobia. Nosotros hemos creado campañas contra esos problemas. Hemos querido mostrar que la llegada de venezolanos enriquece la cultura y aumenta la productividad. Muchos llegan listos para construir ciudad y aportar”, dice Uribe Turbay.

El funcionario añade que no hay ninguna evidencia que sustente la idea de que la llegada de venezolanos haya aumentado la criminalidad en el país.

“El número de venezolanos que cometen delitos es completamente marginal frente al número de colombianos que los cometen”, asegura.

Bogotá, asegura el secretario, le está apostando a una estrategia solidaria e incluyente que le permita a la ciudad no solo atender la situación, sino impulsar el desarrollo cultural, económico y social.

El plan se empezará a poner en marcha el primero de octubre y tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 2019. La estrategia podría dejar importantes lecciones para usarse en otras ciudades.

Esto es importante para el futuro cercano ya que mientras la crisis política y social en Venezuela siga creciendo y la migración venezolana aumenta significativamente, Bogotá y otras urbes latinoamericanas seguirán enfrentando el importante desafío de crear políticas públicas para acoger a los migrantes.