"9 de marzo de 1990", un proceso de paz que sí funcionó | El Nuevo Siglo
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Lunes, 8 de Junio de 2020
Redacción Nacional
El libro emprende un viaje a las profundidades del proceso que terminó con la dejación de armas de uno de los grupos subversivos más relevantes de la década del ochenta

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Porque fue otra época, porque la opinión pública era diferente, pero sobretodo porque se trataba de una organización subversiva con intereses y comportamientos distintos, hay un gran margen entre los procesos de paz del M-19 y las Farc.

Tal vez por eso, aquella página se pasó y el recuerdo de los detalles de la negociación solo lo recuperan sus protagonistas. Y quizás esa sea la razón del más reciente libro del exministro Rafael Pardo: “9 de marzo de 1990”, de Editorial Planeta, texto de 256 páginas que contiene fotografías inéditas del proceso, así como información que hasta el día de hoy no se había revelado.

Hace 30 años, en medio de un clima de violencia desbordado por el narcotráfico y la subversión, una Colombia esperanzada acompañó la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y el grupo guerrillero M-19. Catorce meses duraron las negociaciones, que culminaron en marzo de 1990, con la desmovilización del grueso de la tropa alzada en armas. Detrás del complejo proceso estuvo Pardo, quien en su libro revela la historia secreta detrás de la exitosa negociación, que llevó al M-19 a incursionar de manera abierta en la política del país.

Economista de la Universidad de los Andes, Pardo tenía 33 años cuando en 1986 llegó al Gobierno de Virgilio Barco a dirigir el Plan Nacional de Rehabilitación (PNR). Estando en ese cargo, dos años después, Barco lo designó Consejero Presidencial para la Paz y su primera tarea fue buscar la desmovilización de los grupos guerrilleros M-19, Epl, Prt y Quintín Lame.

El 9 de marzo de 1990 el Gobierno y el M-19 firmaron un acuerdo de paz que significó la desmovilización del aparato militar del grupo subversivo y, al mismo tiempo, su ingreso a la vida civil y la opción de participar en política.

En su libro, Pardo emprende un viaje a las profundidades del proceso que terminó con la dejación de armas de uno de los grupos subversivos más relevantes de la década del ochenta.

Tras la amnistía aprobada por el Congreso y firmada en 1982 por Belisario Betancur, y tras la muerte un año después de Jaime Bateman, en el liderazgo del M-19 sobresale el planteamiento de Carlos Pizarro de negociar la paz con el Gobierno. En 1984 se concretan los Acuerdos de Corinto, pero la tregua dura poco y en 1986 un comando del M-19 se toma el Palacio de Justicia, suceso que después Pizarro consideraría un grave error.

En este contexto vuelve a considerarse en el grupo guerrillero la necesidad de negociar.

“El proceso de paz con el M-19 inició en una reunión social en el apartamento de la periodista Pilar Calderón a comienzos de 1988, cuando me abordó un joven a quien yo no conocía, quien dijo llamarse Carlos Alonso Lucio. Me dijo que pertenecía al M-19 y que tenía interés en intercambiar algunos temas conmigo. Quedamos en vernos al día siguiente en mi oficina del Plan Nacional de Rehabilitación, a donde llegó puntual acompañado de un señor que se presentó como Ramiro Lucio, su tío”, relata Pardo.

En una de sus reuniones en la Casa de Nariño, Pardo recuerda que el presidente Barco le planteó que “a usted y a mí nos van a recordar por haber hecho la paz con el M-19, pero llevemos al Congreso una ley para reglamentar el indulto. No nos pueden recordar como un gobierno que arbitrariamente perdonó al M-19. El Congreso puede ser una tortura, lleno de debates, de incertidumbres, etcétera, pero es lo que nos preserva a usted y a mí”.

En enero de 1989 eran negociadores Pardo y Pizarro, quienes con sus respectivos equipos sostuvieron un encuentro en el sur del país para firmar el documento que abría la puerta a la paz. El documento fue presentado a la cúpula militar, encabezada por el general Manuel Jaime Guerrero, ministro de Defensa, quien lo leyó y recriminó de buena manera a Pardo porque varias veces se refería a Pizarro como comandante general. “El único comandante general que hay en Colombia es el de las Fuerzas Militares. Darle ese título a un jefe guerrillero en un documento firmado por el Gobierno es reconocerle un estatus desproporcionado”.

El libro de Pardo rememora los momentos cruciales de la firma del acuerdo de paz y posteriormente el asesinato de Pizarro, ya candidato presidencial, y cómo el hoy exsenador Antonio Navarro evitó un baño de sangre cuando dijo por televisión que el entierro de Pizarro debía hacerse en paz.

 

Pardo, el autor

Ha sido Profesor universitario, Periodista, Parlamentario y Ministro. Primer Ministro de Defensa civil en medio siglo de historia colombiana.

Fue candidato a la Presidencia en 2010. Un año después fue nombrado Ministro de Trabajo. En marzo de 2014, ante la destitución del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, Pardo asumió como encargado. Fue candidato a la Alcaldía de Bogotá en 2015 y ministro del Posconflicto a cargo del desminado humanitario y la sustitución de los cultivos ilícitos en los territorios del posacuerdo con las Farc.

Publicaciones y libros: “La historia de las guerras”, “De primera mano”, “Nueva seguridad para América Latina”, “El siglo pasado”, “El fin del paramilitarismo: ¿es posible su desmonte?”, “Vamos a hacer una Colombia justa”, “Historia del trabajo”, “Entre dos poderes” y “La guerra sin fin”.