Cientos de miles de personas invadieron las calles de París para pedir la retirada del proyecto de ley que abre la vía del matrimonio y la adopción a las parejas homosexuales, en una marcha salpicada por el disparo de gases lacrimógenos.
Los manifestantes, entre los que había numerosas familias, se congregaron entre el barrio de la Défense y el Arco del Triunfo, en un tramo de unos 5 km. Los organizadores reivindicaron la presencia de "al menos 1,4 millones" de participantes.
Henri Guaino, diputado de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el principal partido de la oposición, realizó una intervención desde una plataforma gigante en la que lanzó a los manifestantes: "El 13 de enero eran un millón. Hoy son muchos más". Previamente, Guaino había llamado a los manifestantes a "censurar" al gobierno "en la calle".
La manifestación del 13 de enero reunió a 340.000 personas, según la policía, y a cerca de un millón, según los organizadores.
La prefectura de policía de París precisó que "las cifras definitivas serán comunicadas la semana próxima, una vez vistas todas las filmaciones de la manifestación".
Esta vez los organizadores esperan "una mejor visibilidad del número de participantes" y un "efecto de masa" máximo, aprovechando el carácter estático de la manifestación.
Los gendarmes dispararon gases lacrimógenos en varias ocasiones para "contener a los manifestantes" que querían acceder a los Campos Elíseos, un perímetro "prohibido" a los organizadores de la manifestación.
"Entre 100 y 200 personas intentaron forzar una barrera para entrar en los Campos Elíseos", explicó un portavoz de la prefectura de policía a la AFP.
El presidente de la UMP, Jean-François Copé, presente en la manifestación, exigió "explicaciones al presidente François Hollande" tras haberse "cruzado" con familias que habrían sido víctimas de estos gases lacrimógenos.
Responsables del Frente Nacional (extrema derecha) también acudieron a la marcha.
Pantallas gigantes estaban repartidas a lo largo de todo el recorrido. En los balcones, había colgadas pancartas en las que podían leerse consignas como "No toques mi filiación", "Queremos trabajo, no matrimonio homosexual" o "No al gayestremismo"./AFP