- El filtro de la Registraduría
- Están los que son, ahora las propuestas
Postularse como candidato a la Presidencia de la República fue una idea que “le sonó” a 49 colombianos hace meses y que en uso de su derecho a elegir y ser elegido hicieron pública esa aspiración. Parecía un chiste que en por más democracia que existiera en el país se diera un número tan elevado de precandidatos, al igual que la casi totalidad de ellos adelantaran que respaldarían su aspiración con firmas ciudadanas, anticipando una tan enorme como engorrosa tarea para la Registraduría.
Con el paso de los días, aterrizando costos, estrategias y posibilidades reales de salir a las calles y recorrer si no todo el país, lo que de por sí es imposible por tiempo y gastos, al menos las principales ciudades para, papel en mano, recoger las rúbricas ciudadanas que les permitiera inscribir su candidatura presidencial, la gran mayoría de esos aspirantes al solio de Bolívar declinaron esa posibilidad. Y así las cosas, quedaron sólo 11 en la carrera por la Casa de Nariño, con este mecanismo de recolección de firmas, que largaron en esa tarea que se vaticinaba complicada ya que se consideraba que no habría rúbricas para tanta gente.
Las normas electorales establecen que se necesitan como mínimo 386 mil firmas válidas, correspondientes al 3% del total de los votos válidos depositados en la anterior elección presidencial, para que el aspirante presidencial pudiera inscribir su candidatura por un movimiento social o grupo significativo de ciudadanos.
Dos meses atrás, llegaron estos 11 colombianos y sus equipos a la Registraduría cargando cajas con las firmas recogidas. Todos superando ampliamente las exigidas por la autoridad electoral. El que más presentó fue el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, quien decidió dejar su partido, Cambio Radical y crear el movimiento “Mejor Vargas Lleras”. Llevó 5’522.088. Como él, otros 10 reconocidos dirigentes políticos cumplieron con la normatividad y esperaron, al igual que todo el país, conocer el dictamen de la revisión para determinar, finalmente, quienes irían a la contienda electoral para suceder a Juan Manuel Santos, en la primera vuelta que se cumplirá en mayo.
Inició así la tarea de verificar las firmas de estos 11 potenciales presidenciables y tras un minucioso trabajo finalmente la Registraduría informó que tres de ellos no podrán inscribirse como candidatos ya que si bien presentaron más de las firmas requeridas, en el proceso de revisión fueron invalidadas miles de ellas, quedando por debajo de las exigidas electoralmente. Ellos fueron el excomisionado de paz, Frank Pearl, quien se había presentado por el movimiento “Creemos País”; el exparlamentario Jairo Clopatofsky, de “Promover Colombia” y el general en retiro Luis Mendieta, de “Patria Nueva”. Todos se declararon sorprendidos y mientras Pearl anticipó que solicitará una revisión para saber por qué le fueron invalidadas casi la mitad de las más de 500 mil firmas que presentó, Clopatofsky indicó que espera un fallo del Consejo Nacional Electoral que podría revivir su partido “Movimiento Cívico Independiente”.
Entre tanto y tras hacer también una minuciosa depuración de las firmas para determinar cuáles eran válidas, la Registraduría Nacional del Estado Civil dio el aval a: Germán Vargas Lleras (Mejor Vargas Lleras); Sergio Fajardo (Compromiso Ciudadano), Martha Lucía Ramírez (Por una Colombia Honesta y Fuerte), Alejandro Ordóñez (La Patria de Pie) Juan Carlos Pinzón (Ante todo Colombia), Gustavo Petro (Colombia Humana), Piedad Córdoba (Poder Ciudadano) y Carlos Caicedo (Fuerza Ciudadana).
A estos ahora ocho candidatos avalados electoralmente por firmas se suman otros cuatro que lo harán por sus respectivos partidos y no utilizaron este mecanismo para respaldar su aspiración presidencial. Ellos son, el candidato liberal, Humberto De La Calle; la carta de ASI, Clara López; el desmovilizado jefe guerrillero Rodrigo Londoño por el naciente partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, Farc; la “disidente” del liberalismo, Vivianne Morales por el movimiento Somos (antiguo Alas) y el que designe el uribismo, por ahora Iván Duque, ya que se está a la espera de si se consolida la tan anunciada alianza de los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana para presentar un candidato único de una coalición de derecha.
Así, a cuatro meses de la elección presidencial, de 49 candidatos quedan 15 en liza por la Casa de Nariño, en un proceso de “depuración” que era previsible ante la cantidad de aspiraciones por firmas, un hecho tan inédito como sorpresivo en la historia política del país, evidenciando una falta de credibilidad en los partidos. Ahora, estando los que son, la ciudadanía debe exigir debates y propuestas concretas sobre los temas de interés nacional. Es la única forma de despertar la conciencia electoral.